La CUP la toma con los turistas y pretende cobrarles unas tasas a cual más rara
El socio que sostiene a la antigua Convergencia en la Generalitat exige, entre otros, un impuesto para las personas que hagan cola en una acera para acceder al teatro, cine o discotecas.
El polémico concejal de la CUP, Josep Garganté
"Quien con niños se acuesta...", debe de pensar el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tras la última iniciativa de su socio de gobierno.
La CUP ha propuesto este jueves que el Ayuntamiento de Barcelona cree una nueva tasa por ocupación de aceras al formarse colas para acceder a espacios de pública concurrencia como la Sagrada Familia, La Pedrera, el Camp Nou y discotecas, ha explicado el concejal Josep Garganté en rueda de prensa.
También propone una tasa para las visitas turísticas guiadas en el espacio público, y otra por usar la vía pública alquilando bicicletas y otros vehículos de movilidad personas, ha explicado junto a las concejales Maria José Lecha y Maria Rovira y la miembro del Secretariado Municipal de la CUP, Roser Vime.
Entre las propuestas de la CUP para las Ordenanzas Fiscales, que han presentado este mismo jueves al Gobierno de Ada Colau, también figura la reclamación de que el Ayuntamiento gestione el 100% de los que se recauda en la ciudad con la tasa turística -ahora en el 33%-, e imponer un recargo municipal.
Los antisistema apuestan por que las viviendas destinadas a segunda residencia o con una licencia de piso turístico paguen el tipo máximo del 1,1% del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) "mientras no se extinga esta actividad en Barcelona".
Pide también aumentar al 1,3% el IBI del puerto comercial -actualmente en el 0,682%, según Garganté-, y también subir el tipo impositivo hasta el 0,927% sobre el valor catastral de los terrenos de la regasificadora Enagás.
Además, defienden que las bonificaciones y subvenciones del IBI deben ir vinculadas a la renta y al patrimonio y establecer la progresividad en los tipos impositivos generales para las viviendas en función del valor catastral.
La CUP aboga también por aumentar hasta el 1,1% el tipo impositivo del IBI a las grandes superficies comerciales y subir hasta el máximo el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) a bancos y entidades financieras, además de considerar que las empresas que destruyen puestos de trabajo deben perder las bonificaciones con las que cuenten.