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Bombazo en Syriza: Tsipras confiesa su gran mentira y deja sin habla a Iglesias

De repente los jerarcas de Podemos no quieren ni oír hablar de su partido "hermano" griego, no sea que vaya a salpicarles el documento dado a conocer en el marco del Congreso de Syriza.

Iglesias cerró junto a Tsipras la campaña electoral de Tsipras en 2015.

Publicado por
A.I.M.

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Este domingo se produjo un gesto que describe como ningún otro el distanciamiento entre Pablo Iglesias y su hasta hace no mucho venerado Alexis Tsipras. El líder de Syriza fue reelegido en el Congreso de su partido -el primero que celebra desde que está en el Gobierno- por un contundente 92,39% e Iglesias, tan locuaz en Twitter siempre, no se molestó en felicitar a su hermano.

Desde que el presidente griego tuvo que envainarse sus principios y su programa para que la Unión Europea accediera a desembolsar un tercer rescate de 86.000 millones de euros, Iglesias, Íñigo Errejón y los demás jerarcas de Podemos se han cuidado muy mucho de Syriza; no vaya a ser que la opinión pública española deduzca que Iglesias gasta el mismo envoltorio populista que Tsipras.

Esta vez los dirigentes del partido morado han tenido especiales motivos para poner distancia de por medio porque no quieren que les salpique el documento marco aprobado por los dirigentes de Syriza este domingo. En él, la formación reconoce por primera vez que cometió "errores de cálculo" en las previsiones que incluía el programa con el que ganó las elecciones de 2015, el llamado Programa de Salónica.

Syriza dice ahora que sobrestimó la posibilidad de incrementar los ingresos públicos. Y de qué manera. En ese programa el partido preveía aumentar los ingresos anuales en 12.000 millones de euros: 3.000 millones mejorando las condiciones de la devolución de las deudas; otros 3.000 millones más en su lucha contra el fraude fiscal; también 3.000 millones a partir de la reorientación de fondos europeos y los últimos 3.000 del Fondo de Estabilidad Monetaria.

Una vez que Tsipras pasó por el aro de la UE rebajó mucho sus previsiones de aumento de ingresos a otras más realistas. Concretamente a 680 millones de euros en 2015 y 1.300 millones en 2016.

A Podemos también le han perseguido siempre las dudas sobre la solidez de sus previsiones económicas. Las últimas, con las que concurrió a las elecciones generales de junio, eran cuanto menos llamativas. Pablo Iglesias y Alberto Garzón aseguraban en su programa electoral conjunto que era posible aumentar en 30.000 millones de euros el volumen de ingresos anuales obtenidos a través de los impuestos. De ellos, 10.000 millones por la vía del IRPF.

Casi ningún economista ha tomado en serio las cuentas de la lechera de Podemos. A Syriza le pillaron nada más llegar al Gobierno, porque sus estimaciones económicas se disolvieron como un azucarillo en contacto con la realidad de Grecia. La ventaja del partido morado es que como no gobierna aún no le han pillado.