Guerra de móviles en Ferraz: la gestora se huele otra filtración masiva y actúa
La dirección provisional del PSOE se ha puesto a una tarea prioritaria: tomar medidas para evitar que se repita el escándalo y las filtraciones de los "navajazos" de la cita del 1 de octubre
Javier Fernández, el pacificador, tiene en su cabeza unas imágenes que le atormentan. Y ha puesto a la gestora socialista que preside manos a la obra para evitar que el "bochorno" se vuelva a aparecer como un fantasma el próximo domingo en la sede madrileña de Ferraz. El presidente asturiano no quiere ni por asomo que trasciendan imágenes ni sonidos del debate de los casi 300 dirigentes convocados al Comité Federal que debe resolver el enigma que desangra al partido: abstención o elecciones.
Según han explicado a ESdiario fuentes de una de las delegaciones territoriales con más peso en el partido -una de las aún leales a Pedro Sánchez-, con sutileza y a través de los canales internos del partido, la actual dirección esta haciendo pedagogía a través de un llamamiento a barones y secretarios generales en pro de la calma y las buenas formas. Y es que Fernández quiere que no se repita ni lo que sucedió de puertas adentro del número 70 de Ferraz, ni tampoco el esperpento que se registró de puertas afuera.
La gestora cree que la repetición de las bochornosas imágenes y sonidos de la última cita cavaría la tumba del PSOE
Las mismas fuentes consultadas reconocen que en los 16 días que Fernández lleva al frente del PSOE el clima se ha tranquilizado notablemente y que la brecha entre los rebeldes y los pedristas se ha reducido bastante tras izar algunos de estos últimos la bandera blanca.
De hecho, este mismo martes, en su reunión con los diputados y senadores socialistas Fernández reclamó a los suyos un debate "entre compañeros" y no entre "bandos enfrentados".
Flexible orden del día y atención a móviles y tabletas
Para evitar la surrealista batalla por el micrófono y por las normas del debate, la gestora ha elaborado un orden del día del Comité Federal muy flexible. Tiene tan sólo dos puntos: 1. Constitución del Comité y elección de la Mesa y 2. Debate y votación de la posición política del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso ante el proceso de investidura.
No es cosa menor, el poco claro guión de la cita del 1 de octubre provocó gran parte de los enganchones y una enorme bronca entre susanistas y pedristas.
Fernández quiere evitar a toda costa la filtración de los audios del debate
Tampoco quiere la gestora que trasciendan imágenes y sonidos del debate. En los últimos comités, las intervenciones fueron filtradas a medios afines como la SER o eldiario.es, lo que provocó entonces la indignación de la ejecutiva que lideraba Pedro Sánchez.
La gestora va a recomendar precaución en el uso de las redes sociales y quiere evitar sonidos tan bochornosos como la guerra por el micrófono entre Verónica Pérez -la autoproclamada autoridad- y Rodolfo Ares, el desesperado lamento de José Blanco o la instantánea de Susana Díaz y Miquel Iceta tomando un café en el patio de Ferraz.
La calle, el gran quebradero de cabeza
La gestora tampoco quiere que Ferraz se convierta en un gran plató de televisión como ocurrió el 1 de octubre cuando César Luena impidió a periodistas y cámaras acceder a la sala de prensa de la sede socialista.
Fernández parece dispuesto a facilitar esta vez el trabajo de los informadores. Más complicado va a tener evitar la presencia de los simpatizantes de Sánchez y de algunos infiltrados de Podemos. El PSOE, se dice en Ferraz, no está para un nuevo espectáculo.