Otra grieta en el PSOE: la mano dura de Susana le explota en la cara a Fernández
La primera brecha entre Susana Díaz y el presidente de la gestora ha llegado. La orden de mano dura emanada desde Andalucía contra los rebeldes está dando los resultados menos deseados.
Lo adelantó este lunes ESdiario: las federaciones leales a Pedro Sánchez y partidarias de una abstención técnica en la votación de la investidura de Mariano Rajoy acusan a los socialistas andaluces de querer humillarles imponiendo una orden inflexible a los 84 parlamentarios socialistas -al margen queda el canario Pedro Quevedo, de Nueva Canarias pero en el grupo socialista- para que se abstengan de forma general y obligatoria.
Sin embargo, el empeño personal de la presidenta andaluza, Susana Díaz, de amenazar a los diputados del PSC y otra media docena de díscolos leales al ex secretario general, está produciendo un efecto boomerang que ha provocado la alarma en el presidente de la gestora, Javier Fernández, hombre poco amigo de ruidos y peleas públicas.
Según informan a ESdiario fuentes de una de las federaciones que ha reclamado por carta -junto a otras seis más- que la gestora permita al Grupo Parlamentario la abstención de tan solo once de sus diputados, en las últimas horas ha aumentado el número de parlamentarios que se plantea desobedecer la directriz "imperativa" del Comité Federal del pasado domingo.
Y es que según se acerca la hora de la votación decisiva, tras el encargo formal que el Rey ha realizado este martes a Mariano Rajoy, el malestar se está tornando en indignación en parte de la bancada socialista en la Cámara Baja. Si hasta ahora tan sólo habían oficializado su desacato al Comité Federal los siete diputados del PSC, la aragonesa Susana Sumelzo y la independiente -el fichaje personal de Sánchez- Margarita Robles, en las últimas horas hasta otros ocho diputados estarían pensando engrosar la lista de la rebelión.
La última amenaza de expulsión al Grupo Mixto ha llevado la indignación a las federaciones críticas con Susana Díaz
Según El Mundo, en esta posición se encuentran ya los dos electos por Baleares, Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, las diputadas gallegas Pilar Cancela y Rocío de Frutos, el vasco Odón Elorza, la diputada por Palencia, Mari Luz Martínez y la zamorana Mar Rominguera.
A todos ellos se ha sumado la ex comandante del Ejército y diputada por Canarias Zaida Cantera, otro fichaje personal del ex líder del PSOE. La gestora da por hecho que el propio Pedro Sánchez acudirá a la votación y no se abstendrá.
Nuevo golpe de tuerca llegado desde Sevilla
Las fuentes consultadas por este diario aseguran que todos estos diputados han tomado su decisión tras el nuevo golpe de tuerca llegado desde Sevilla. A Díaz se atribuye la amenaza de expulsar al Grupo Mixto a los rebeldes, una medida filtrada desde el PSOE este martes y que va mucho más allá de la multa de 600 euros que recogen los estatutos del partido.
Sin embargo, el presidente de la gestora no comparte la estrategia de mano dura de la lideresa andaluza y trata de "contemporizar" para evitar males mayores. Tras ver al Rey, en su comparecencia ante los periodistas en el Congreso, Fernández ha reconocido que su intención es ahora "persuadir" a los partidarios del no y ha eludido además adelantar que sanciones se adoptaran aunque ha descartado de plano expulsiones del grupo parlamentario.
"Yo no me estoy planteando, ni la gestora que presido, en ningún momento, qué tipo de acciones vamos a adoptar en el caso de que efectivamente se produzca esta, llamésmole, desobediencia en relación al mandato del Comité Federal", ha explicado Fernández.
Y es que en las federaciones afines a Sánchez aún resuenan las palabras que hace unos días pronunció un histórico del PSOE andaluz, el senador José Caballos, cuando subrayó la obligación de todos los diputados de acatar la abstención. "¡Los que no lo hagan están sobrando!", advirtió.