Los dos gélidos saludos a Sánchez que reflejan el estado del Grupo Socialista
El exsecretario general del PSOE ha reaparecido este miércoles en el Congreso entre una enorme expectación pero su regreso ha evidenciado que concita tantas simpatías como recelos.
Apenas cinco minutos antes de que comenzara el pleno de investidura, un minuto después de que Mariano Rajoy recorriera el pasillo que conduce al Hemiciclo, popularmente conocido como la M-30, Pedro Sánchez reapareció en el Congreso, su primera comparecencia desde que en la noche del pasado 1 de octubre presentara su dimisión tras ser derrotado en el Comité Federal a manos de Susana Díaz y sus barones rebeldes.
Sánchez, vestido de forma informal -muy lejana su imagen de aquel líder que compareció en las dos últimas intentonas de investidura-, plantó al portavoz de la gestora, Mario Jiménez, que previamente había convocado a sus 85 diputados a una reunión preparatoria para insistir en que el sábado todos ellos están obligados a la abstención.
Sin embargo, Sánchez volvió a optar por Twitter para jugar de nuevo al gato y al ratón. Anunciaba sus intenciones en la votación de este jueves pero nada decía de la votación decisiva del sábado.
Pero el momento estelar se produjo cuando el ex líder socialista accedió al Hemiciclo donde saludó a los diputados que le rodean en su nueva ubicación en la cuarta fila de la bancada del PSOE. Acompañado simple por su escudero, Cesar Luena, Sánchez saludo efusivamente a Margarita Robles, Patxi López, Maritxell Batet o Isabel Rodríguez, todos ellos fieles.
Sin embargo, y así se encargaron de recogerlo las redes sociales, dos saludos fueron especialmente gélidos, el apretón de manos que recibió de Eduardo Madina y el que le dio su portavoz parlamentario, Antonio Hernando.
"Vengo a escuchar al candidato Mariano Rajoy. Y mañana, junto con el resto de compañeros, votaré no", ha asegurado.
Pero al ser preguntado si mantendrá ese mismo voto el sábado, que es cuando el Comité Federal ha ordenado una abstención en bloque, ha preferido mantener la incógnita: "El sábado será otro día y ya lo sabréis".
Al salir, en el pasillo, Sánchez volvió a ser interpelado por los periodistas sobre el discurso de Rajoy. "No me corresponde a mí, eso corresponde al Grupo Parlamentario", sentenció. Y tal como llegó, se fue. La expectación esta fijada en el próximo sábado.