Lo primero que les dijo en privado Rajoy a sus ministros tras ser elegido al fin
El presidente, que no anunciará su nuevo Gobierno hasta el jueves, entró a una zona reservada del Congreso donde le esperaban 40 personas aplaudiéndole en un ambiente festivo.
Después de carros y carretas no imaginaba Mariano Rajoy que el Pleno definitivo de su investidura iba a ser tan plácido para él. Con Podemos, ERC y la izquierda en general desollando vivo al PSOE, Ciudadanos intentando meter codos para no quedarse sin espacio político al comienzo de la legislatura y el presidente advirtiendo a los socialistas de que no pueden dejarle colgado de la brocha... por la cuenta que les trae.
"Es contradictorio afirmar que España necesita un gobierno -como había señalado el jueves Antonio Hernando- y no tomar medidas para que el gobierno lo sea de veras. Es decir, para que gobierne". Le escuchaba en la tribuna de autoridades el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, que asistió impertérrito al drama vivido en la bancada socialista.
Sólo faltó que una embarazadísima María González Veracruz (diputada del PSOE), que empezó a sentirse indispuesta durante el debate, se hubiera puesto de parto en plena investidura. Al final fue una falsa alarma, pero eso sí que habría sido una gran metáfora de lo que ha costado alumbrar a este presidente.
El caso es que, a la chita callando, Rajoy ya ha visto pasar por delante los cadáveres políticos de tres secretarios generales del PSOE -José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pedro Sánchez- y va camino de convertirse en el segundo presidente más longevo de la democracia por detrás de Felipe González. Quien por cierto ha contribuido mucho a que el barco de Rajoy desencallara. De él se acordaron Gabriel Rufián y algún portavoz más, como el de Bildu.
Después de 315 días salían los diputados del PP del hemiciclo dándose los unos a los otros la enhorabuena y comentando la sorpresa que su líder les tenía preparada, a ellos y a la prensa, para este sábado: no será este domingo cuando anuncie su gobierno, ni el lunes, sino que tendrá a todo el PP en vilo hasta el jueves y el viernes prometerán o jurarán su cargo. Los famosos tiempos de Mariano.
A este respecto Cristóbal Montoro comentaba camino de la calle lo injusto que sería prescindir de veteranos por aquello de renovar plantilla. ¿Será que tiene el pálpito de que Rajoy va a prescindir de él? No parece.
El caso es que los ministros en funciones lo serán algunos días más. Al término del Pleno casi todos ellos recibieron al presidente en la zona privada que el Gobierno tiene en el Congreso entre aplausos.
Cuando entró Rajoy acompañado de Alberto Núñez Feijóo -con quien se fundió en un cálido abrazo, hay delfín para rato- y de Rafael Hernando, los presentes le ovacionaron. En las dependencias gubernamentales estaban Soraya Sáenz de Santamaría, Fátima Báñez, Pío García Escudero, Rafael Catalá, María Dolores de Cospedal, Jorge Moragas y diversos miembros del Gabinete de la Presidencia. Había unas 40 personas.
En un ambiente de celebración, Rajoy tomó la palabra para dar las gracias a todos por su apoyo y les dijo: "Ahora, a trabajar", según relatan presentes a ESdiario. Después se fue con el trabajo, al fin, hecho.