La primera enganchada entre Margallo y su sucesor retumba en La Moncloa
En el Gobierno confiaban en que, después de lo que le costó a Rajoy echarle, el exministro de Asuntos Exteriores fuera más elegante en su despedida. Y se han encontrado con todo lo contrario
García-Margallo entregando la cartera ministerial a Dastis.
Ni una vez traspasada su cartera de Asuntos Exteriores se resiste José Manuel García-Margallo a desaparecer del mapa. O, al menos, a retirarse a un plano más discreto después de cinco años de hiperactividad mediática.
El protagonismo que sigue manteniendo García Margallo estos días en la prensa, más incluso que su sucesor, Alfonso Dastis, está levantando ampollas en La Moncloa y en su ex Ministerio, según ha podido saber ESdiario por fuentes gubernamentales.
Recuerdan estas fuentes que ya no es ministro ni tampoco, siquiera, presidente o portavoz de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso (ahora lo es Jorge Fernández Díaz). Es más. Mariano Rajoy ha optado por darle la Presidencia de la Comisión de Seguridad Nacional y no la de Exteriores para que no pasara precisamente lo que está pasando.
Al presidente ya le costó echarle del Consejo de Ministros, y de hecho el aludido no se lo tomó nada bien -"Soraya me ha matado", iba diciendo-; pero en el Gobierno confiaban en que fuera más elegante en la despedida.
Y ha resultado que García-Margallo ha aprovechado la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos y la excusa de su nuevo libro -Todos los cielos conducen a España: cartas desde un avión- para hacerse una nueva tournée por los medios de comunicación hablando como si aún fuera ministro de Asuntos Exteriores.
"Le veo en plenitud de sus facultades políticas", le dijo este lunes Pepa Bueno al final de una entrevista en la SER. "¿Usted cree?, preguntó él halagado. Horas antes había estado en El Objetivo con Ana Pastor.
Especialmente molesto está el nuevo ministro, Alfonso Dastis, que ha decidido limitar las entrevistas que da estos días porque aún está aterrizando y quiere ser prudente y se encuentra con que su antecesor no tiene tantos miramientos.