Hartos de Javier Fernández: su flema hace estragos en un PSOE en llamas

"La gestora está en una descarada estrategia de dilación". Esta reflexión, hasta ahora limitada a los pedristas -que reclaman la convocatoria del 39 Congreso Federal para principios de año-, comienza a extenderse entre algunas federaciones afines a la presidenta andaluza, Susana Díaz, mientras crece el desconcierto también entre los barones territoriales del PSOE.

Una vez más, como ocurrió hace una semana, la dirección socialista provisional se vuelve a tomar siete días de vacaciones, que Fernández sólo ha roto recientemente en dos ocasiones: para recibir al líder del PSC, Miquel Iceta, y para resolver, de forma salomónica, las sanciones contra los diputados díscolos que votaron no a Rajoy.

Pero más allá de estos asuntos de trámite, la gestora no acaba de definir su hoja de ruta para la reconstrucción del partido mientras, además, se le acumulan asuntos orgánicos entre la impaciencia e inquietud de los cuadros medios y de su grupo parlamentario. Fuentes socialistas reconocen a ESdiario que entre muchos barones existe "indignación" por la decisión de la gestora de no reunirse para analizar un acuerdo tan delicado como el que han suscrito el PSE y el PNV, saldado con una declaración enlatada del portavoz Mario Jiménez y lanzada este domingo vía Twitter, y una reacción pública, este lunes, del diputado... Pedro Saura. Y eso cuando es el Comité Federal el órgano encargado de autorizar las alianzas del PSOE con otras formaciones políticas.

Pero además, el órgano provisional socialista debía haber cerrado este lunes una nueva brecha abierta en el partido tras la dimisión, este pasado miércoles, del secretario general de los socialistas canarios, José Miguel Pérez. Los estatutos mandatan a Fernández para designar una gestora que lidere el PSOE canario hasta el próximo Congreso regional. El vacío de poder esta provocando en las Islas una auténtica guerra de clanes en las últimas horas.

A Fernández muchos barones -algunos susanistas incluidos- le empieza a endosar una larga lista de reproches. No ha convocado, como prometió, al Consejo de Política Territorial, el órgano que reúne a presidentes autonómicos y secretarios regionales. Y eso con una Conferencia de Presidentes en el horizonte cercano.

En este sentido, muchos dirigentes territoriales lamentan no haber sido llamados a Ferraz o que Fernández no haya emprendido una gira autonómica para tomar la temperatura a las territoriales.

El "yo me lo guiso" del Grupo Parlamentario

Caso omiso ha hecho Fernández también a la reclamación de uno de los aliados más fieles a Susana Diaz. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, lleva semanas reclamando que se releve a los dirigentes de la gestora que dirige el PSOE en Galicia, afín a Pedro Sánchez y liderada por la discutida Pilar Cancela.

Pero, tal vez, los lugares en los que reina mayor perplejidad son el Congreso y el Senado. Los diputados y senadores socialistas se reconocen huérfanos de cualquier atisbo de proyecto a corto o medio plazo. En el Congreso, Antonio Hernando espera instrucciones sobre los anunciados expedientes disciplinarios a los díscolos, algunos ya sancionados orgánicamente al ser apartados de sus portavocías el pasado jueves.

Más grave aún es la ausencia de instrucciones políticas en vísperas del primer pleno de control al Gobierno y con los ministros a punto de desfilar por sus respectivas comisiones. "Aquí andamos al yo me lo guiso yo me lo como", ironiza un diputado socialista.

Algunos barones rebeldes con Sánchez creen llegada la hora de que la gestora convoque ya el Comité Federal que debe establecer la hoja de ruta del calendario precongresual. Y advierten a los que creían que Sánchez estaba muerto. Los barones pedristas piensan dar la batalla a lomos del espaldarazo que ha supuesto para ellos el acuerdo entre los socialistas vascos y el PNV. Y mientras Susana sigue -se ironiza en el PSOE- "mareando la perdiz".