La gran aliada de Sánchez se ve envuelta en una fea condena por malversación
La secretaria general de los socialistas madrileños, Sara Hernández, está entre la espada y la pared después de que un jurado popular haya entrado a fondo en su bastión, Fuenlabrada.
Sara Hernández rodeada de su cúpula.
Si hay un bastión del PSOE en Madrid ése es Fuenlabrada. Ni siquiera cuando el PP arrasó en las elecciones municipales de 2011 los populares pudieron conquistar Fuenlabrada, donde Manuel Robles lleva gobernando 14 años.
Ahora un escándalo protagonizado por su segunda teniente alcalde, de IU (con la que gobiernan los socialistas), ha puesto en jaque el gobierno de la localidad. Además de crear un problema mayúsculo a la secretaria general del PSOE de Madrid, Sara Hernández. Pedrista para más señas.
Teresa Fernández, que así se llama la segunda teniente de alcalde de Fuenlabrada, ha sido considerada culpable de un delito de malversación de caudales públicos por un jurado popular; y se enfrenta en la Audiencia Provincial de Madrid a la pena de un año de cárcel.
El tribunal cree probado que Fernández se apropió de medios materiales y humanos del Ayuntamiento para unas obras en su vivienda particular. La Policía Municipal la pilló in fraganti y paralizó los trabajos en su domicilio.
Ella, lejos de dimitir, leyó este martes ante la prensa un comunicado sin preguntas en el que se declaraba víctima de un "montaje" y culpaba de todo al PP. "Soy inocente y soy objeto de la venganza del PP por no quitar a Robles de la Alcaldía", señaló.
Los populares se han apresurado a pedir al alcalde que rompa inmediatamente su pacto de gobierno con IU, en vista de que la concejal condenada no tiene la más mínima intención de dimitir.
Sin embargo, por ahora Manuel Robles guarda silencio. Como también la líder del PSM, por lo que se ve más preocupada por conservar su sillón en un PSOE sin su gran valedor, Pedro Sánchez.