La fuerte medicación que tomaba Rita para la depresión abre incógnitas
La autopsia certifica que ha muerto de un infarto. Según sus amigos Barberá no padecía del corazón. La familia ha emitido un comunicado para que no vayan políticos al funeral.
El cadáver de Rita Barberá.
El resultado de la autopsia practicada al cuerpo sin vida de Rita Barberá (por haber muerto fuera de un hospital) ha confirmado que un infarto fulminante acabó con ella.
Del Instituto Anatómico Forense su cadáver será trasladado a Valencia para ser incinerado este jueves. Su familia ha emitido un comunicado en el que pide que esa despedida sea íntima, sin presencia de instituciones ni partidos.
Según diversos testimonios, entre ellos el de su amigo y director de la edición valenciana de La Razón, Iñaki Zaragüeta, la exalcaldesa de Valencia no padecía ninguna afección cardiaca que pudiera prever el fatal desenlace.
No obstante el exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, reveló al poco de conocerse el fallecimiento que Barberá tomaba una "fuerte medicación" para combatir la "profunda depresión" en la que se hallaba inmersa.
¿Influyó esa medicación en su muerte? En cualquier caso en los últimos actos públicos de Barberá su deterioro físico se había hecho más que evidente. Había perdido mucho peso y estaba demacrada. El lunes, al acudir al Tribunal Supremo a declarar por el caso Imelsa, se tropezó y se cayó en el estrado.
El martes por la tarde fue cuando empezó a encontrarse mal y su hermana María José decidió viajar a Madrid para acompañarla. Ella fue quien vio cómo la vida se le escapaba a Rita Barberá sin que el SUMMA pudiera hacer nada por reanimarla a pesar de intentarlo durante 30 minutos.