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"Os cierro por mis coj....": Ribó protege al concejal imputado por prevaricación

Una cosa es predicar y otra dar trigo. Joan Ribó, el alcalde de Compromís que rige Valencia se olvida de su código ético y mantiene a uno de sus colaboradores investigado por prevaricar.

El concejal valenciano, Carlos Galiana, imputado por prevaricación. El alcalde le mantiene en su puesto.

El concejal valenciano, Carlos Galiana, imputado por prevaricación. El alcalde le mantiene en su puesto.

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Las víctimas: los comerciantes del Mercado Central de Valencia, forzados a un arbitrario deshaucio. El verdugo, Carlos Galiana, concejal de Comercio del ayuntamiento que dirige Compromís. El cómplice, el alcalde Joan Ribó.

Galiana ha sido rebautizado por los empresarios como "el huevón" por que cuando estos le preguntan la razón por la que ha ordenado deshauciar los bajos del principal mercado de la capital del Turia, la respuesta es siempre la misma: "por que me sale de los cojones".

Y es que para los autodenominados "alcaldes del cambio", los casos de corrupción merecen una respuesta contundente, pero solo cuando no les afectan a ellos. En Cádiz, en Santiago y, ahora en Valencia, la justicia investiga presuntas irregularidades de concejales de Podemos, las Mareas o Compromís.

El último de estos alcaldes salpicado por un caso de este tipo es el de Valencia, Joan Ribó, de Compromís, y tiene como protagonista a su concejal de Comercio, Carlos Galiana.

La investigación judicial sobre las presuntas irregularidades en las concesiones en el Mercado Central de Valencia acaba de arrancar. Y entre las primeras diligencias de la juez del caso está llamar a declarar como imputado -ahora investigado- al concejal de Comercio, Carlos Galiana.

La investigación se produce tras la querella de un empresario que posee un establecimiento en el citado mercado, el más importante de la capital valenciana.

Según consta en la denuncia, el Ayuntamiento que rige Compromís ha tramitado expedientes de traspasos de negocios sin que estos hubieran abonado la tasa correspondiente.

Aunque en un principio la querella iba dirigida contra el concejal Galiana y dos funcionarios municipales, el fiscal imputa solo al edil por un presunto delito de prevaricación.

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