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Cospedal pone en su sitio a Bono por fanfarronear con informes secretos del Yak

La ministra de Defensa se ha cansado de que el socialista vaya por los medios hablando de supuestos documentos que obran en su poder y que ni enseñó cuando llegó al Ministerio ni ahora.

Cospedal con Susanna Griso.

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María Dolores de Cospedal se ha cansado del juego de José Bono, que estos días ha hablado en la prensa de documentos ocultados a la opinión pública que él conoce bien sobre el Yak-42, relativos al negocio que alguien hizo con el ruinoso avión.

Así que este jueves en Espejo Público la ministra de Defensa mandó un mensaje al socialista. Cospedal retó a Bono a que se deje de palabras y enseñe esos supuestos documentos que dice tener. "Los contratos los tendrá él", afirmó.

La titular de Defensa se preguntó por qué el exministro no acudió a los tribunales si vio irregularidades cuando en 2004 llegó al Ministerio y a qué viene ahora.

Asimismo reiteró el compromiso que alcanzó ante los familiares de las víctimas cuando se reunió con ellas el martes: entregarles toda la documentación relativa al Yak-42. "Ha habido cosas que han pedido que no están en el Ministerio o que nadie las ha buscado", reconoció.

Cuando a principios de semana El País le preguntó a Bono si la gente de Federico Trillo le ocultó información, éste contestó: "Contrataban aviones basura no por maldad de los jefes militares del Estado Mayor, sino por las limitaciones presupuestarias existentes, como consta en un documento oficial oculto hasta ahora a la opinión pública que dice que 'con los gastos acumulados hasta la fecha (Prestige, crisis de Irak...) solo se podían contratar dos aviones al mes'. Eso obligaba a priorizar los vuelos"

Y continuó: "Si alguien niega estos hechos, mostraré el documento. La información que me dio Trillo no era relevante; su mayor interés era que el asunto acabase pronto. Las subcontratas las supimos porque fui personalmente al Estado Mayor de la Defensa. Tuvimos que forzar un armario del que no me daban la llave para conseguir la documentación. El jefe del Estado Mayor envió a un comandante para conseguir información en el extranjero. La propietaria del avión, Um-Air, se negó a entregar el contrato y solo nos dio la primera y última página. Otra información la recibimos pero con el precio tachado: llegamos a concluir que el Gobierno había pagado 149.000 euros y Um-air había cobrado 38.000. Es decir, que 111.000 se habían quedado por el camino. Queda por saber quién se llevó ese dinero y el del seguro, porque España estaba obligada a contratarlo para cada soldado, pero cuando se produjo el siniestro supimos que no estaban asegurados. Las familias quieren justicia y verdad, el dinero se lo llevaron otros".

Cospedal comparecerá el lunes en la Comisión de Defensa en el Congreso tras su fructífero encuentro con los familiares, que declararos sentirse reconfortados con el trato de la ministra.