Iglesias inventa una triquiñuela para deshacerse de Errejón cuando quiera
El líder del partido morado no se fía y teme sufrir un revés en la Asamblea de febrero. Por eso quiere poner a su número dos en libertad vigilada con una polémica enmienda organizativa.
En el ring de boxeo en el que se ha convertido el debate precongresual en Podemos, al duelo personal que enfrenta a Pablo Iglesias e Iñigo Errejón se suma desde este lunes la guerra de documentos organizativos que debe regular el funcionamiento interno del nuevo partido morado que va a salir de la cita de febrero, en el conocido como Vistalegre 2.
Y es que a la propuesta presentada este viernes por el número dos del partido se suma desde este lunes el documento suscrito por el pablismo e ideado por líder de la formación.
Los nuevos estatutos incorporan una novedosa propuesta: que un determinado número de militantes pueda exigir en cualquier momento a un cargo institucional que abandone su acta de diputado, parlamentario autonómico o concejal, mediante un polémico sistema de revocación. Esta propuesta choca con el mandato constitucional que concede el acta de cargo público al político electo y no al partido al que pertenece.
La propuesta de Pablo Iglesias consta en la resolución de Documento ético que ha presentado su candidatura, Podemos para todas, que apuesta también por que los cargos del partido se comprometan incluso a dejar sus actas si así lo deciden los inscritos en una consulta revocatoria, en línea con el compromiso, que tendrían que adoptar todos los cargos de Podemos, de alentar la participación democrática directa, si Iglesias gana en el cónclave nacional.
Una enmienda que, según el sector errejonista, es consecuencia de la apuesta del actual número dos y portavoz en el Congreso de limitar las competencias del secretario general, que se guardaría así una poderosa arma para desactivar una posible contestación interna en las instituciones, como ocurre ahora en el Parlamento.
En su propuesta organizativa, Iglesias y su leales propone además limitar el mandato de todos los cargos públicos y cargos internos del partido de manera que sólo puedan desempeñarse durante ocho años, ampliables "excepcionalmente" a un máximo de 12 años.
Código ético: obligados a renunciar, según...
En su documento, Iglesias exige que sus cargos dejen sus puestos, ya sean internos o institucionales, o las candidaturas de las que formen parte, en caso de ser "investigados, procesados o condenados" por una serie de delitos y faltas que serán enumerados por la Comisión de Garantías, pero que incluirá en cualquier caso los delitos de corrupción, los económicos, el acoso sexual, la violencia machista, la pederastia y el maltrato infantil, así como los delitos contra los derechos de los trabajadores, los ecológicos y los urbanísticos.
En cuanto a la acumulación de cargos, habla de "limitación para el ejercicio de más de una función pública o más de un cargo interno, salvo aquellas funciones vinculadas a su condición de cargo institucional u orgánico o responsabilidades locales sin retribución". Con esta premisa, uno de sus peones más importantes, Ramón Espinar, estaría obligado a renunciar a dos de los tres cargos -senador, parlamentario autonómico y secretario regional- que ocupa.