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Maíllo se encara con los provida del PP entre reproches: "¡A mí nadie me gana!"

El debate en torno a la postura del PP sobre el aborto fue de lo poco que alteró la calma de la primera jornada del 18 Congreso nacional. El número tres tuvo que escuchar críticas muy duras.

El debate sobre la vida protagonizó los momentos más tensos.

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El debate en el PP sobre el derecho a la vida llegó a cobrarse en su día la cabeza de un ministro, Alberto Ruiz Gallardón, y este viernes protagonizó los minutos más tensos de la jornada inaugural del 18 Congreso nacional de los populares.

El PP es un partido con un espectro ideológico tan amplio, desde el centro a la derecha, que los populares son conscientes de que nunca va a haber unidad de criterio sobre un tema tan sensible.

No obstante Fernando Martínez Maíllo aspiraba en esta ocasión a llegar a un acuerdo de mínimos. No pudo ser. O al menos no del todo.

A la Ponencia Política y de Estatutos, la que se debatió este viernes, se habían presentado decenas de enmiendas que abogaban por una postura más contundente contra el aborto.

Durante la exposición varios de los enmendantes -había también compromisarios de Nuevas Generaciones- dirigieron duras críticas contra la tibieza del PP en un asunto que, según ellos, debería estar fuera de toda duda. Alguno llegó a denunciar que el PP cada vez se parece más a la izquierda con su postura.

Tan duros fueron los reproches que Martínez Maíllo, cansado de lecciones de moral, afirmó ante el plenario, según cuentan testigos a ESdiario: "¡A mí nadie me gana en el derecho a la vida, desde la dirección también lo defendemos!". Y además reivindicó la unidad del centro derecha, donde "caben todos", remachó.

La negociación previa

Para templar gaitas, el vicesecretario de Organización y Electoral intentó en las semanas previas al Congreso negociar con el sector provida de su partido. De hecho con dos de sus representantes, el diputado Jesús Postigo y el exdiputado madrileño Luis Peral, pactó la incorporación a la Ponencia del voto en conciencia.

Un asunto no baladí puesto que abre la vía a que, por primera vez, los parlamentarios del PP puedan saltarse la disciplina de voto en asuntos que afecten a la moral. Y que no estuvieran incluidos en el programa electoral, eso sí.

Pero para ese sector del PP el voto en conciencia nunca va a ser suficiente. Por lo pronto Martínez Maíllo consiguió una tregua... hasta este sábado, cuando el debate sobre el derecho a la vida y contra el aborto continuará en la Ponencia Social, la coordinada por Javier Maroto. Quien tampoco ha conseguido un acuerdo al respecto.

Las enmiendas que se apruebe incorporar a la Ponencia Social servirán también para la Política.

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