La militancia de Podemos arranca su Asamblea condenando a Iglesias y a Errejón
La multitud en Vistalegre ha hablado y lo ha hecho para condenar a sus líderes, castigándoles al grito de "unidad", afeando así la deriva que ha tomado la formación por la división interna.
Imagen de los instantes previos al inicio de la Asamblea de Podemos.
Los inscritos de Podemos que asisten a la II Asamblea Ciudadana del partido se han arrancado este sábado a pedir "unidad" a gritos en el ruedo de la plaza de toros de Vistalegre que acoge el cónclave. "Unidad, unidad", ha coreado la mayor parte del tendido a pocos minutos de la hora prevista para inicio oficial de una cita donde Podemos acude más dividido que nunca.
De hecho, el desencuentro entre el secretario general, Pablo Iglesias, el secretario Político, Ínigo Errejón, era la 'comidilla' de la mayoría de las conversaciones de los asistentes que, ya desde la cola que han tenido que hacer bajo un cielo lluvioso, para entrar en Vistalegre, se referían a este asunto. La militancia de esta forma ha hablado y lo ha hecho para censurar la división interna de la formación y las luchas de poder entre los distintos sectores que alimentan el "número uno" y el "número dos" de la formación morada.
¡Podemitas del mundo uníos!
Unos culpaban a Errejón y otros a Iglesias de la fractura de la organización. "Podemitas del mundo uníos", comentaba una mujer, mientras criticaba los ataques que dirigentes populares dedicaron a su partido en la jornada inaugural del 18 Congreso del PP, que como les venimos contando en ESdiario se celebra también este fin de semana en la capital.
Dentro de la plaza también se han escuchado gritos de 'Sí se puede', cuando ha entrado en el ruedo la todavía secretaria de Análisis Político, Carolina Bescansa, quien, harta de la división y la escasa voluntad de acuerdo que, a su juicio, han mostrado los equipos de Iglesias y Errejón, ha optado por quedarse fuera de la nueva dirección que saldrá de este congreso.
La Asamblea ha comenzado con importantes retrasos por las grandes colas provocadas por cierto caos organizativo.