Las primarias de Bonig en el PPCV empiezan con varapalo de Rajoy y ante notario

El Congreso nacional de Partido Popular del pasado fin de semana respondió a un guión previamente marcado por Mariano Rajoy. El objetivo pasaba por trasladar a la opinión pública un mensaje de unidad, en contraposición a lo que ocurre en otras formaciones políticas. Al mismo tiempo se pretendía que se visualizase debate y dinamismo en la organización, aunque los aspectos ideológicos u organizativos más polémicos han quedado aparcados.

Génova lógicamente prefiere los consensos pero no parece que vaya a condicionar la presentación de candidaturas alternativas en los congresos regionales, provinciales y locales que este lunes dieron el pistoletazo de salida.

El caso del PP de la Comunidad Valenciana presenta singularidades por las alianzas y contrapesos entre sectores del partido y por los procesos judiciales abiertos que afectan o pueden afectar a cargos públicos. El viernes un histórico concejal de la etapa de Rita Barberá y actualmente diputado autonómico, Miguel Domínguez, quedó absuelto de la trama del pitufeo y, por lo tanto, rehabilitado en el PP. Lo mismo podría ocurrir tal vez con otros ediles que ahora forman parte de los no adscritos. Por lo tanto, los tribunales pueden jugar indirectamente un papel en la configuración de la organización.

Isabel Bonig heredó la Presidencia regional tras la dimisión del expresidente y actual senador Alberto Fabra. En la provincia de Valencia Vicente Betoret pasó de número dos a uno tras la detención de Alfonso Rus. Bonig y Betoret deben someterse al veredicto de los afiliados. Bonig tiene el apoyo implícito de los tres presidentes provinciales para llevar la riendas de la organización durante los cuatros próximo años. Rajoy ha respaldado a Betoret al incluirlo en el Comité Ejecutivo Nacional, si bien Bonig hubiera preferido el puesto para una persona más de su entorno como Luis Santamaría, presidente de la gestora en la ciudad de Valencia, o la portavoz en la Diputación, Carmen Contelles.

Como se temía, Bonig no consiguió colocar en el núcleo duro de Génova a valenciano alguno. La historia reciente sigue teniendo mucho peso. Ahora debe afrontar un Congreso regional que arrancó este lunes de forma llamativa. Un notario se presentó en la sede de los populares, a instancias del expresidente de Nueva Generaciones, José Luis Bayo, mientras acudían los miembros de la Junta Directiva Regional que acordó el comité organizador del Congreso.

La documentación requerida afecta al cómo y al cuándo de la convocatoria de la reunión. También se solicita el acta de la Junta Directiva. Bayo hace un año anunció que presentaría una candidatura alternativa a Bonig. El viernes registró en la sede del PPCV un escrito en el que reclamaba "transparencia y equidad" en la elección de los miembros del comité organizador del Congreso convocado para los días 1 y 2 de abril. Sin respuesta oficial, optó por recurrir a un notario al considerar que se han podido incumplir los estatutos.

Ni Bonig ni su entorno ha dado credibilidad a la presentación de la lista de Bayo e incluso se ha puesto en cuestión que logre los cien avales necesarios. El exdirigente ha trasladado formalmente a Génova sus intenciones y se ha entrevistado con algunos cargos.

El modelo del Congreso regional abierto a toda la militancia presenta su complejidad y sus riesgos, que han debido de ser calibrados por la presidenta, su gran defensora de la fórmula un afiliado un voto. En teoría, el PPCV rebasa los 100.000 afiliados. Esta cifra se reduce significativamente si se tiene en cuenta los que están al corriente de la cuota, condición obligatoria para votar. Con todo se ha elegido un escenario limitado como es el Palacio de Congresos de Valencia. El exconcejal en la etapa de Barberá Jorge Bellver será el presidente del cónclave y el responsable de la seguridad jurídica del mismo, quee ya ha puesto en tela de juicio el aspirante alternativo.