Lo nunca visto en el PP: la número dos de Cantabria desafía a su presidente
Los congresos regionales del partido se caldean a pesar de que el sábado Rajoy pidió a los populares unidad. La dirección nacional habla de "tensiones habituales"; pero van in crescendo.
Ignacio Diego y María José Sáenz de Buruaga.
Pidió Mariano Rajoy el sábado a los populares que se tomaran los congresos regionales como "una oportunidad para reforzar" del PP. "Las legítimas diferencias que puede haber nunca pueden terminar en enfrentamientos que a nadie benefician", advirtió.
Sin embargo, tras la clausura del Congreso nacional se ha abierto un periodo de turbulencias en varias de las baronías que Génova 13 enmarca dentro de las "tensiones habituales" de una época congresual.
No es habitual que en el PP un secretario general se rebele públicamente contra su presidente, hasta el punto de medir sus fuerzas en las urnas. En Cantabria esa situación podría producirse por primera vez.
La número dos del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga, convocó este miércoles una rueda de prensa para anunciar su candidatura a la Presidencia de la formación convencida de que tiene apoyos suficientes y presentándose a sí misma como "la candidata de los militantes" frente al "aparato".
Por su parte, el presidente actual, Ignacio Diego, aún no ha dicho una palabra. Y no la ha dicho porque no ha tomado todavía una decisión, según fuentes de su entorno consultadas por ESdiario, dado que él mismo es consciente de que ha perdido el favor de una parte del PP de Cantabria.
La impresión de la dirección nacional, según trasladan fuentes de la misma a este diario, es que finalmente Diego no se presentará, pero que no obstante intentará pilotar su sucesión articulando una candidatura contraria a la de Sáenz de Buruaga, con quien está abiertamente enfrentado.
La caja de los truenos se ha abierto entre ambos bandos, y de qué manera. En las últimas horas el portavoz del PP en el Parlamento de Cantabria, Eduardo Van den Eynde, ha acusado a Sáenz de Buruaga de "traición", "oportunismo", "deslealtad" y cobardía". Y esto no ha hecho más que empezar.