El feo de los Reyes a los Urdangarin destroza la convivencia en la Familia Real
Ni una llamada tras conocerse la sentencia del caso Nóos por parte del Rey a su hermana. La Infanta culpa a la Reina. Y Juan Carlos I, Doña Sofía y Elena reprueban la actitud de Felipe VI.
Más de 48 horas después de conocerse la sentencia del caso Nóos ni Felipe VI ni doña Letizia se han puesto en contacto con la Infanta Cristina, tampoco lógicamente con Iñaki Urdangarin, para darles ánimos y transmitirles palabras de cariño o apoyo tras el varapalo judicial de este viernes y que podría en las próximas horas conducir a la prisión al exduque de Palma.
Según han revelado a ESdiario fuentes cercanas a Cristina de Borbón, el matrimonio confiaba en recibir una llamada del hermano de Cristina tras conocerse el fallo de este viernes. Una comunicación que no se ha producido y que, lo consideran un feo gesto, ha alimentado la tensión entre los Urdangarin y el Rey Felipe y doña Letizia. El matrimonio imputado en el caso Nóos se siente “despreciado” por los actuales reyes y, tal y como señalan las mismas fuentes, las discrepancias entre los dos matrimonios ha provocado que la relación sea ya “insalvable”.
Una actitud bien distinta ha tenido el resto de la Familia Real. Así, siempre según aseguran las fuentes consultadas, tanto la Reina Sofía como Juan Carlos I hablaron a lo largo de este viernes en diversas ocasiones con su hija, una vez conocida la sentencia. Lo mismo ocurrió con la Infanta Elena, que mantiene una estrecha relación tanto con su hermana como con el ahora condenado Urdangarin. Elena de Borbón se ha ofrecido incluso, según ha podido saber ESdiario, a pasar unos días junto al matrimonio y sus hijos en una apartada zona rural de Ginebra (Suiza), donde se encontrarían hoy para apartarse de los focos mediáticos de estos días.
Elena de Borbón se ha ofrecido a pasar unos días junto al matrimonio en una apartada zona rural de Suiza para alejarse del foco mediático
Y es que el distanciamiento entre los actuales Reyes y Cristina de Borbón es un hecho desde que se imputara a Iñaki Urdangarin y se le relacionase así con casos de corrupción en el calvario judicial que ha durado 7 años. Desde entonces las relaciones se han ido enfriando paulatinamente con varios momentos “clave” en la relación entre hermanos.
Las primeras de las tensiones se produjeron tras la decisión de la Casa Real de apartar, en octubre de 2012, de todos los actos institucionales de la Corona al matrimonio Urdangarin. A partir de ese momento los encuentros en privado se redujeron a la mínima expresión y en público se eliminaron por completo. Pero el momento de mayor tensión, y ruptura, se produjo en junio de 2015 cuando el Rey Felipe revocó el título de duques de Palma. Poco después la propia Cristina rechazaba, como así se lo habría pedido la Casa Real, renunciar a su condición de Infanta de España.
Las relaciones pasaron entonces de ser inexistentes al punto actual: malísimas. Una situación que incluso, según las fuentes consultadas por ESdiario, ha deteriorado igualmente las relaciones entre Felipe VI y su otra hermana, la Infanta Elena, muy crítica con la actitud del Rey y que culpa directamente a Letizia del distanciamiento. Tampoco ha sentado bien, aseguran las fuentes consultadas, a Don Juan Carlos y Doña Sofía la indiferencia del actual Rey con su hermana. "Una cosa es en público y otra muy distinta en privado", coinciden en ese pensamiento los Reyes eméritos.
Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, conocieron inmediatamente la noticia –fue comunicada discretamente por un asistente de la Casa Real- mientras acudían a la inauguración de una exposición en el Museo Thyssen. Posteriormente, la Casa del Rey emitía un comunicado oficial en el que únicamente se expresa el “respeto” por las decisiones judiciales. Tan frío y escueto comunicado como la “no” llamada entre hermanos.