La Moncloa ata cabos y sospecha quién filtró la reunión entre Rajoy y Puigdemont
El encuentro se produjo el 11 de enero y en teoría no debería haber trascendido a la prensa, pero "La Vanguardia" lo ha desvelado este miércoles. El presidente no ha podido negarlo.
Rajoy y Puigdemont en una cita anterior.
Con un Congreso de los Diputados engalanado para la visita del presidente de Argentina, Mauricio Macri, la sesión de control al Gobierno quedó eclipsada por la información publicada este miércoles por La Vanguardia que revela una comida entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Palacio de La Moncloa el pasado 11 de enero.
Ante los informadores parlamentarios, Rajoy no ha podido desmentir la existencia del citado almuerzo pero ha apelado a la normalidad de las relaciones entre ambas administraciones. "Quiero hablar, pero quiero hablar de los problemas reales y no de liquidar España", ha afirmado.
Fuentes del entorno del presidente atribuyen a las altas esferas de Esquerra Republicana la filtración de una cita que los dos presidentes plantearon como discreta.
Según La Vanguardia, ambos tuvieron una conversación "cordial" pero no se tradujo en un acercamiento en la cuestión soberanista. La cita tuvo lugar a instancias de Rajoy, que le planteó que acudiese a la Conferencia de Presidentes Autonómicos, que se celebró el día 17 y a la que Puigdemont finalmente no asistió.
El presidente catalán, de su lado, le insistió en su intención de convocar un referéndum independentista y le planteó que podrían negociarse sus condiciones, pero Rajoy insistió en que no puede permitirlo. Siempre según el diario, catalán, Puigdemont le dijo que acudiría a la Conferencia si podía intervenir para explicar su posición sobre el referéndum, pero Rajoy declinó.
El almuerzo en La Moncloa se produjo un día después de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría se reuniera en Barcelona con el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.
Este último quería que tal encuentro se mantuviese en secreto, pero el Govern le exigió que se hiciera público. ¿Ha pagado ERC ahora con la misma moneda a su socio?