Los barones del PP andaluz se rebelan contra la escabechina de Juanma Moreno
El líder de los populares pretende hacer una renovación a fondo en las estructuras provinciales que se ha torcido a las primeras de cambio. Arenas, Zoido y Cospedal mueven sus fichas.
A Mariano Rajoy le costó un lustro hacerse con las riendas del Partido Popular, hasta que en el Congreso nacional de 2008 pudo formar su propio equipo, sin zaplanas ni acebes. A Juan Manuel Monero, a este paso, puede llevarle más tiempo, si es que lo tiene.
El presidente del PP de Andalucía lo había pensado todo en su cabeza, con el apoyo de Soraya Sáenz de Santamaría. Primero, ser reelegido por aclamación popular en el Congreso regional que el partido celebrará entre el 17 y 19 de marzo en Málaga y conformar un Comité Ejecutivo afín. Por lo pronto este martes se cerró el plazo para presentar candidaturas y sólo él presentó la suya, con 11.359 avales como respaldo.
Después, impulsar una renovación -eufemísticamente hablando- entre los barones provinciales, algunos de ellos cercanos al omnipresente Javier Arenas y otros procedentes de la anterior etapa, la de Juan Ignacio Zoido, el actual ministro de Interior. Porque ninguno, salvo el de Málaga, Elías Bendodo, es de su entera confianza. El resto son herencia.
Para esto último pretendía Moreno ayudarse de las incompatibilidades recogidas en los nuevos Estatutos del PP salidos del Congreso nacional, y con ellos en la mano desactivar, para empezar, a los presidentes provinciales de Jaén, Córdoba y Cádiz. Los dos primeros, José Enrique Fernández de Moya y José Antonio Nieto por ser secretarios de Estado en los ministerios de Hacienda e Interior, respectivamente. El tercero, Antonio Sanz, por ser el delegado del Gobierno en Andalucía.
Sin embargo, el plan maestro de Moreno se ha torcido a las primeras de cambio, porque Fernández de Moya ha anunciado que se presentará a la reelección y que cuenta con el respaldo de la dirección nacional. Que es, al fin y al cabo, la que tiene la última palabra sobre cada caso concreto.
El equipo del líder del PP-A sospecha que María Dolores de Cospedal no va a ponérselo fácil a Moreno -que nunca fue su candidato sino el de Sáenz de Santamaría- en venganza por lo sucedido en el Congreso nacional.
En el cónclave el presidente de los populares andaluces fue el barón regional que más batalló, incluso el único podría decir, por llevar hasta las últimas consecuencias la consigna una persona un cargo. Y Cospedal se lo tomó como algo personal. Lo era en parte.
Por ahora el de Jaén es el único presidente provincial que ha anunciado su intención de volverse a presentar, pero lo suficiente para que Moreno ponga los pies en la tierra. Va a tener complicadísimo, por no decir imposible, formar un PP-A a su medida. Zoido nunca lo consiguió y salió escarmentado.