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El Rey se niega a rehabilitar a la Infanta después de meditarlo con Doña Letizia

Don Felipe no piensa tener un gesto con su hermana Cristina tras el desenlace del caso Urdangarin. Las relaciones seguirán rotas. En Zarzuela hay cosas que no se olvidan.

Eran otros tiempos: Don Felipe habla con la Infanta Cristian ante la atenta mirada de Letizia.

Publicado por
Miguel Blasco

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Cuando este jueves, al filo del mediodía, se conozca el desenlace de la vistilla sobre la sentencia del caso Nóos -previblemente con libertad bajo fianza y retirada del pasaporte a Iñaki Urdangarin- el Rey Felipe VI se habrá deshecho del más endiablado legado que su padre le dejó cuando decidió abdicar la Corona y facilitar la entronización del hasta entonces Príncipe de Asturias.

Pero, según todas las fuentes consultadas por ESdiario, el actual Jefe del Estado no va a recomponer de forma tan sencilla el mayor destrozo que el caso Urdangarin ha provocado en el actual inquilino del Palacio de la Zarzuela: la ruptura de relaciones con su hermana, la Infanta Cristina. Una actitud en la que ha tenido mucho que ver la Reina Letizia, una de las principales asesoras del Rey durante el tránsito del caso Nóos desde su irrupción hasta la sentencia de este pasado viernes.

A Letizia se le atribuye la estrategia de los cortafuegos que Felipe VI adoptó cuando se conocieron los detalles más escabrosos de las andanzas de Urdangarin por distintas administraciones públicas.

A pesas de algunas informaciones que han circulado por los mentideros tras la publicación de la sentencia el pasado viernes, Felipe VI no tiene intención por el momento de hacer algún gesto público para rehabilitar la figura de la exduquesa de Palma. Según fuentes de Zarzuela consultadas por este periódico y como ya adelantamos el pasado jueves, la única valoración que suscribe el Monarca es el consabido "respeto escrupuloso a la Justicia".

Felipe VI no ha perdonado un órdago de la Infanta en pleno estallido del caso Urdangarin

Pero hay algo más. Hubo un acontecimiento -durante el momento álgido de la investigación del caso Nóos- que provocó una ruptura entre Don Felipe y la Infanta. Fue el 15 de junio de 2015, cuando Felipe VI decidió revocar el Ducado de Palma que Juan Carlos I otorgó al matrimonio Urdangarin con motivo de su enlace matrimonial.

En una actitud sin precedentes y que provocó un monumental enfado del Rey, la Infanta Cristina firmó un comunicado en el que aseguraba que la renuncia al título había sido voluntaria. Apenas horas después, otro contundente escrito de Zarzuela reiteraba que la decisión había sido unilateral del Monarca. Desde ese momento las relaciones entre ambos hermanos ha sido prácticamente inexistentes.

Según las fuentes consultadas, Felipe VI tampoco espera que la Infanta Cristina acepte ahora una petición que le ha sido trasladada en los últimos años por distintas vías: la renuncia a sus derechos sucesorios como sexta en la línea de herencia de la Corona. Desde Zarzuela se alega que el Rey ya dejó clara su postura nada más llegar al Trono con un gesto: limitar la Familia Real a los Reyes, la Princesa Sofía y la Infanta Leonor.

Lisboa, la Caixa y la Reina Sofía

En los últimos días, tras conocer la sentencia de la Audiencia de Palma, la Infanta ha acelerado las gestiones con La Caixa en busca de un traslado laboral a Lisboa. En esta operación tampoco Felipe VI ha movido un dedo. Sin embargo, las fuentes consultadas reconocen que en este asunto el ascendente de Don Juan Carlos sigue siendo muy importante. De hecho, Cristina podría residir en un inmueble propiedad de uno de los mejores amigos del Rey Emérito, el Aga Khan.

Pero es posible que entre la Infanta Cristina y Felipe VI se interponga un tercer protagonista en el futuro que espera a ambos tras el carpetazo al caso Urdangarin: la Reina Sofía.

La Reina Emérita tiene predilección por Cristina y el Rey por su madre. De hecho, una decisión suya provocó otro incendio cuando Don Felipe ordenó el cortafuegos contra el matrimonio Urdangarin. En pleno escándalo, Doña Sofía se plantó en Washington para visitar y arropar a su hija y su yerno. Y, casualmente, la revista Hola estaba allí para inmortalizar la escena que al actual Rey no le gustó nada.

Sin embargo, todas las fuentes consultadas coinciden en que Felipe VI quiere dar carpetazo definitivo a ese asunto y coinciden también en que la Infanta no tiene ahora ninguna aspiración, más cuando la sentencia no es firme y algunas partes han anunciado recurso al Tribunal Supremo. Aspira a conservar su trabajo y a mantener su matrimonio con Urdangarin.

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