Cuando el consejero "black" Juan Iranzo se llevó un rapapolvo que no olvidará
En todo este tiempo pocos de los ahora condenados se han atrevido a dar la cara ante la ciudadanía además de hacerlo en la Audiencia. El economista lo hizo y Beaumont le dio un buen repaso.
La opinión ha recibido con satisfacción la decisión de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de condenar a los 65 acusados que hicieron uso de las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia, con Miguel Blesa -seis años de cárcel- y Rodrigo Rato -cuatro años y medio- a la cabeza.
No es que los españoles vayan a recuperar los casi 23.000 millones de euros que les costó el rescate de la entidad con esta sentencia, pero al menos sirve para que los culpables paguen una parte del daño causado.
Porque lo obsceno de las black no fue sólo el uso indiscriminado que los consejeros hicieron de ellas cargando viajes, comidas, joyas, copas, muebles, saunas y hasta ropa interior. Sino que aquella barra libre se produjera mientras se estafaba a miles de clientes con las preferentes.
Y para más inri después de forzar una fusión que, como ha quedado probado, los inspectores del Banco de España desaconsejaron totalmente (sus superiores, empezando por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no hicieron caso).
A los ahora condenados no les ha quedado más remedio que desfilar ante la Audiencia Nacional, pero en todo este tiempo pocos se han atrevido a dar la cara también ante la ciudadanía.
Para la hemeroteca ha quedado el momento que protagonizaron el director de ESdiario, Antonio Martín Beaumont, y uno de los consejeros, el economista Juan Iranzo, que gastó 46.800 euros con su tarjeta opaca. De ellos 246 euros en la conocida cadena de lencerías Women Secret. Lo más sangrante es que declaró que fueron en un camisón para su mujer y un pijama para él, cuando por entonces la firma de ropa interior no tenía línea masculina. Su condena ha sido de las más bajas, tres meses de prisión.
En pleno escándalo, Iranzo se presentó en El Cascabel para lavar su imagen... y salió con ella por los suelos. Porque Beaumont le dio un tremendo rapapolvo por "tomar por tontos" a los españoles con sus explicaciones.
El director de este periódico le dijo cosas como éstas: "Hombre Juan, qué quieres que te diga. Mira, tú estabas en una comisión de control de una caja de ahorros que le ha costado a los españoles 23.000 millones de euros... Deberíais devolver hasta el dinero que habéis cobrado legalmente porque desde luego vuestra función no la habéis hecho. Pretender decir que quienes se tienen que avergonzar son los medios de comunicación que han publicado la noticia, me parece de risa Juan, los que tenéis que avergonzaros sois vosotros. Ética y estéticamente no tiene recibo esto".
"Pero aparte de esto, Juan, tú eres un economista brillante. Pretender venir aquí a decir que a ti te hacía Caja Madrid que de lo que habías ganado se perdían por el camino veintitantos mil euros al año, que si era una retribución en especie tenías que declararlo como salario, pues un economista como tú parece difícil de entender, cuando además estabais aprobando preferentes y desahuciando personas. No son los medios de comunicación los que se tienen que avergonzar, Juan, (...) porque es que encima nos tomas por tontos".
"Juan, mientras te estabas gastando en lencería y en locales, estabais vendiendo preferentes, estabais estafando a los ancianos españoles, estabais desahuciando casas a personas que realmente estaban desesperadas... Que realmente no te arrepientas de nada, Juan... ¡Pide perdón, caramba! ¡Tienes la oportunidad de pedir perdón! ¡Si no es que nos vais a convertir a todos de Podemos. Mientras estabais generando este agujero, tú estabas tomando copas en un pub con la tarjeta de Caja Madrid".