El trío del PSOE prepara un linchamiento contra el PP durante las primarias
Que se cuiden Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López de exagerar sus gestos contra Rajoy para sus campañas, no sea que éste se vaya a hartar y apriete el botón del adelanto electoral.
“No toda Andalucía está con Gengis Kan”. Y, ¿Quién es Gengis Kan?, pues fácil: la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que el próximo sábado día 11 de marzo, anunciará por fin, que sí, que se presenta a las primarias para la Secretaría General del PSOE.
El apodo procedente del multisecular Gengis (tal ha sido históricamente su fama) está haciendo gracia en el entorno de otro de los candidatos al puesto, más concretamente del grupo que apoya (eso al menos se cree él) a Patxi López, el tipo que sin encomendarse a ninguno de los diablos del partido, se lanzó al ruedo donde se destrozan los leones con la intención de colocarse en medio de Susana y el filocomunista Sánchez.
Y que nadie se asombre: esta última calificación no pertenece al cronista, que se limita a transcribirla; pertenece a una de las facciones que pretende evitar que el antiguo secretario general vuelve a Ferraz. Y como resulta que Sánchez no hace nada sino todo lo contrario por disimular sus filias, va a resultar que en la campaña de las primarias lo más bonito que escuche este aficionado a la iluminación política, es esto de filocomunista que le viene de sus tonteos con los soviéticos de Podemos.
Patxi López no tiene la menor intención de doblar la cerviz y marcharse por donde ha venido, o sea, al anonimato clamoroso
Y es que Sánchez, que se presenta como un “ilustrado” en contraposición con la debilísima arquitectura intelectual y profesional de Díaz y López, no le hace ascos al taimado piropo con un día le obsequió Alfonso Guerra: “Este, dijo, se cree el Negrín del nuevo PSOE”.
Y como resulta que el ego de Sánchez es ilimitado no le hace ascos al parangón porque a nadie le disgusta que se le compare con un catedrático tan acreditado de Fisiología como en sus tiempos lo fue Juan Negrín antes, desde luego, de dedicarse a la política para venderse directamente al oro de Moscú.
Por cierto: su mensaje a Trump sobre la guerra está ya en la antología del bodoquismo contemporáneo.
Tanto Sánchez como López ponen muy en duda que todo el pescado andaluz engorde la nevera de la citada Gengis Kan.
Los partidarios del que fue fugaz presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, afirman que si éste abandonara la lucha, sus votos viajarían más al furgón (estamos hablando de choque de trenes) de Sánchez que al de Susana Díaz.
Pero, ¡ojo!: Patxi López no tiene la menor intención de doblar la cerviz y marcharse por donde ha venido, o sea, al anonimato clamoroso. “¿Qué haría falta para que usted se retirara?”, le preguntó no hace siquiera un mes un fogoso periodista al antiguo lendakari y el hombre en cuestión precipitada y vehemente replicó: “Que me operaran y aún así…veríamos”.
"Cada loco va con su tema..."
A medida que se acortan los plazos para las primarias aumenta la agresividad y también la rabia entre los equipos que apoyan a cualquiera de los miembros del triunvirato.
En la trifulca, tal parece que, como inscribe un antiguo adagio vasco (al fin y al cabo uno de los litigantes es de la margen izquierda del Nervión): “Cada loco va con su tema y cada lobo por su senda”, por lo que la posibilidad de encuentro no existe; existe sólo la posibilidad de encontronazo, que es a lo que van directos los tres, directos a unas elecciones primarias de las que abjuran porque, en eso coinciden los tres, les resultan incómodas y descontroladas.
Ha comenzado la guerra de números y cada quien enseña los suyos, sean ciertos o más falsos que la unidad del PSOE. Sánchez presume de militancia y urde estrategias de la mano de un guerrista, José Félix Tezanos, que, como dice Rubalcaba a sus íntimos: “Debe aburrirse mucho sin que prever quién va a perder”.
Cuentan los susanistas que la lideresa más de una vez ha confesado: “¡quién me manda a mí meterme en este 'fregao'!”
López por su lado, sugiere que del brutal choque entre la andaluza y el egocentrista Sánchez, la razón está de su parte y que si ésta impera en el partido, él se llevará el gato al agua. De Díaz se sabe realmente poco aunque las crónicas sevillanas indican que a la faraona del Betis el miedo no le llega al cuerpo y qué más de una vez ha confesado que “¡quién me manda a mí meterme en este “fregao”!”.
Las espadas ni siquiera se han desenvainado y los tres en liza aspiran al “touché” del enemigo, que esa es la denominación que corresponde, porque llamar “compañeros” a estos tres personajes en liza es como suponer que a un tigre le vuelven loco las espinacas. Sánchez juega al todo o nada y dando una medida una vez más de su pírrica cultura democrática, advierte que ”si no gano, me voy”, lo que debería servir de aviso para los socialistas que aún tengan la tentación de pronunciarse por el mencionado filocomunista.
“Pero, vamos a ver: ¿qué es eso de que si no gano, me voy?, es así cómo respeta Pedro Sánchez a sus propios votantes?” dice un socialista de carné desgastado por el uso. La verdad es que no hay por dónde coger la advertencia. Algunos veteranos de todas las refriegas socialistas están, incluso en las vísperas de las primarias más duras que nunca se hayan dado en el partido, literalmente escandalizados.
Fíjense si no en la transcripción de una mínima conversación que mantuvo uno de estos diplodocus del socialismo de la Transición con Patxi López: “Os vais a matar los dos mejores”, le afeó el exministro al aspirante, y éste le respondió a la bilbaína “¡J….! y para qué no nos matemos, ¿me tengo que sacrificar yo!”
Este sábado, según hemos quedado, comienza oficialmente el pugilato, la lucha libre a tres, que se va a disputar además sin reglas de juego preestablecidas. Todo vale para mandarse recíprocamente a la lona. Desde la casa de Pablo Iglesias, el fundador, no el aguerrido soviético de Podemos, se va a contemplar la lucha con poquísima distancia porque la Gestora no engaña; no es neutral.
Los de López vienen diciendo en estos días pasados que Fernández, el presidente astur que suspira por regresar a sus hórreos, se ha abrasado a beneficio de Susana Díaz, que el mal está hecho y que el portavoz de la Gestora, el andaluz Mario Jiménez, es un sectario de tomo y lomo que ni siquiera guarda las formas desde un puesto en el que debería ser (en eso tienen razón) rigurosamente neutral.
Los tres aspirantes sólo van a coincidir en una cosa: la necesidad de "exagerar los gestos" contra el PP
Existe una sola cosa en la que los tres candidatos se pondrán de acuerdo en los próximos tiempos: en lo que ya se denomina “exagerar los gestos” contra el Partido Popular no vaya a ser que la gente piense que este PSOE de pitiminí es poco menos que un monaguillo pueblerino del partido de Rajoy.
Murcia... ¿Y después?
Y, ¿qué significa exactamente este descubrimiento dialéctico y político de “exagerar los gestos”?, pues no otra cosa que zurrarle la badana al PP.
Han empezado por Murcia y van a seguir metiéndose por cualquier flanco que deje abierto el Gobierno de Rajoy. Aunque, claro, este PSOE enrabietado a tres y en proceso de primarias, corre un extraordinario riesgo: que Rajoy se venga arriba y, visto que la luna de miel con el PSOE ya no dura más y que con Ciudadanos no se puede ir ni a recoger una herencia, disuelva el Parlamento y convoque elecciones para el próximo otoño.
Y, ustedes, de verdad, ¿ven a cualquiera de estos tres aspirantes midiéndose con el flemático, estoico y paciente pontevedrés? Es como echar a pelear a tres gatos con un elefante de Kenia.