Puigdemont y Junqueras activan el plan secreto por si Artur Mas era condenado
El gobierno de Mariano Rajoy deberá estar alerta. Tras la inhabilitación al expresidente catalán, la CUP -socio imprescindible de la Generalitat- exige una medida inmediata.
El gobierno central ha tratado de enfriar el asunto sin sacar pecho y obviando una valoración de la sentencia contra Artur Mas por la consulta ilegal del 9N -más allá del consabido tópico del respeto a las decisiones judiciales- pero ni por esas. El gobierno catalán desoye de nuevo cualquier vía al entendimiento y acelera en su plan soberanista considerando al expresidente un daño colateral más en su batalla con el gobierno de Mariano Rajoy. Y todo, de nuevo, secuestrado por la CUP.
Por ello, en una muy cuidada puesta en escena, los tres líderes de los partidos que sostienen la Generalitat -Carles Puigdemont (PDCat), Oriol Junqueras (ERC) y Raúl Romeva (ICV)- han comparecido este lunes tras conocer la inhabilitación a Artur Mas para, simple y llanamente, pisar el acelerador.
"Aquello que la justicia española acaba de condenar lo indultará el pueblo de Cataluña en referéndum, votando este año", ha insistido el presidente catalán. Y ha enfatizado que la sentencia del Tribunal Superior de Cataluña "no por esperada significa que sea menos grave", porque, a su juicio, "condena a tres personas que se limitaron a facilitar la democracia y a escuchar a los catalanes en las urnas".
En la misma línea de mantenella y no enmendalla, su vicepresidente, Oriol Junqueras, ha subrayado que la Generalitat mantiene su "compromiso absoluto" con la convocatoria del referéndum en septiembre pese a la resolución judicial conocida este lunes contra Mas y sus exconsejeras Irene Rigau y Joana Ortega.
"Este tipo de sentencia lo único que hace es reafirmarnos en nuestro convencimiento y compromiso con el mandato democrático muy claro que tenemos", que es un referéndum en septiembre en las mejores condiciones posibles y con las mayores fuerzas posibles, ha dicho el también líder de ERC.
Preguntado por si la decisión del TSJC puede acelerar la convocatoria del referéndum -la CUP ha exigido avanzarlo de forma urgente y desacatar el fallo-, Junqueras ha respondido que lo que hace la sentencia es "reafirmar la voluntad de cumplirlo".
Y es que Puigdemont y Junqueras deben lidiar ahora con la presión de su socio imprescindible: la CUP. Su diputada, Mireia Boya, ha advertido de que "la vía del referéndum pactado es una vía muerta" y ha dicho que "el Estado de excepción ya ha comenzado".