Estupor en C's: Rivera se carga la reputación de sus tres mejores hombres
El líder del partido "naranja" se niega a renunciar a su hiperliderazgo y enmienda una vez tras otra los acuerdos que alcanzan sus propios dirigentes con sus interlocutores del PP.
Albert Rivera conversa con su número dos, José Manuel Villegas, y con su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta.
A medida que pasan las horas y el Gobierno digiere el varapalo parlamentario que ha recibid0 este jueves en el Congreso tras la derrota del real decreto que debía liberalizar el sector de la estiba, la indignación se está tornando en perplejidad. Perplejidad con la actitud de Ciudadanos, que ha decido cambiar de opinión en unas pocas horas tras una orden directa de Albert Rivera, que ha dejado a los pies de los caballos a la propia cúpula de su formación.
Por eso, cuando en los corrillos en la Cámara Baja algunos diputados del PP aseguraban que los de C's "son de poco fiar" o son "hombres de palabra...s" ponían dos ejemplos concretos. En las últimas horas, el portavoz naranja había trasladado a sus interlocutores del grupo parlamentario popular que el citado decreto contaría con el apoyo de Ciudadanos. Y que no es la primera vez que Rivera enmienda los pactos alcanzados con el PP por sus propios compañeros de filas.
Los dirigentes populares se reconocen "desconcertados". Porque existe una "magnífica interlocución" entre PP y Ciudadanos. Habitualmente, la delegación naranja la integran su secretario general, José Manuel Villegas, el secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez, y su portavoz, Juan Carlos Girauta. Por parte del PP: Rafael Hernando, su número dos, José Antonio Bermúdez de Castro y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.
E interlocución la hay y fluida. A petición de Ciudadanos, este mes se han producido dos encuentros. El último, el pasado 17 de febrero. Entonces, tras la reunión, el propio Girauta reconoció que las seis condiciones que C's impuso en agosto y que facilitaron la investidura de Mariano Rajoy estaban "aprobadas y en marcha".
Tan engrasada estaba la relación que el 17 de enero, Rajoy y Rivera -con sus respectivos equipos negociadores- mantuvieron una cena en La Moncloa calificada de "muy cordial" por el líder de Ciudadanos.
Sin embargo, los acuerdos de los dirigentes de C's son una vez tras otra enmendados por su líder. La situación en Murcia, la comisión de investigación de la financiación de los partidos, la limitación de mandatos y ahora el decreto de la estiba. Y para malestar de un importante sector de diputados naranjas -así lo reconocen en privado-, de la mano de PSOE y Podemos.
Tras la reciente IV Asamblea Nacional y después de conformar su nueva Ejecutiva, Rivera se comprometió a dar un paso atrás, dejar el día a día de C's en manos de Villegas y el grupo parlamentario y dedicarse más a "hacer calle". De hecho, nombró a Inés Arrimadas portavoz nacional. Sin embargo, Rivera se niega a abandonar su hiperliderazgo, toma las decisiones por su cuenta y, como este jueves, deja a los suyos a los pies de los caballos.