La CUP define el asalto a la sede del PP como un "pequeño ataque al patrimonio"
Los de García Albiol han recibido el apoyo del resto de partidos catalanes pero poco más, porque la vicepresidenta ha pedido a Puigdemont que rompa con los radicales y ha hecho caso omiso.
A pesar de la condena unánime -incluido el PDeCat- al asalto a la sede del PP de Cataluña que el lunes protagonizaron miembros de Arran, organización vinculada a la CUP, la dirección de esta última no está arrepentida.
Todo lo contrario. Su diputado en el Parlament Benet Salellas ha señalado en una entrevista en TV3 que "políticamente tenía mucho sentido" y que sólo fue "una clásica de acción de calle". Incluso la ha definido como un "pequeño ataque al patrimonio" y ha insinuado que los populares poco menos que tienen que estar agradecidos porque "no hubo daños".
En la misma participaron la diputada Anna Gabriel y el exdiputado David Fernández. A los que tiene previsto denunciar el PP catalán de Xavier García Albiol. "Son un grupo de fascistas que representan lo peor y lo más rechazable de la sociedad catalana y les advierto de que no nos asustarán ni nos callarán por muchas amenazas y violencia que usen", ha señalado.
Y todo coincidiendo con la visita de Mariano Rajoy a Barcelona. Su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido a Carles Puigdemont que rompa su alianza con la CUP, pero el presidente de la Generalitat se limitó el lunes a enviar un comunicado de condena. Y hasta ahí llegará su rechazo.