La pista más extraña que siguió la Guardia Civil para encontrar a Diana Quer
Siguen trascendiendo detalles insólitos de la investigación de desaparición de la joven madrileña. Los agentes siguieron un rastro que puso los pelos de punta a sus padres y seres queridos.
“En un edificio de los alrededores de Rianxo, y dentro de un arcón congelador. Ahí se encontraba el cuerpo de Diana Quer”, esa es la información que recibieron los investigadores del caso hace unas semanas, según ha publicado la web de Telecinco. Una información que provenía de una fuente poco habitual, pero que no dudaron en confirmar como cualquiera de las centenares de informaciones que les iban llegando.
Así que los agentes, sin descuidar las líneas prioritarias de su investigación no dudaron en interrogar de nuevo a la fuente, una vidente que se mantenía firme en su declaración. No tenían más remedio que comprobarlo y allí fueron, a Rianxo, donde no encontraron ni rastro de la joven madrileña. “Ese tipo de informaciones nos vemos obligados a comprobarlas sin abandonar nuestras líneas firmes de investigación”, recalcan fuentes judiciales. Y más en un caso tan complejo como el de Diana Quer, en el que se ha reconstruido no ya los últimos meses de la vida de la joven antes de desaparecer, sino su vida al completo y todos sus contactos en redes sociales.
Los investigadores arrancaron peinando los más de 250 contactos de Diana en las redes, todas sus llamadas y contactos telefónicos hasta tratar dos millones de datos entre los de su teléfono, los terminales que contactaron con ella, y sus rastros en los repetidores de la zona. Fueron discriminando la información que les condujo a la certeza de las horas de la desaparición y las zonas probables donde ocurrió y a partir de ahí , chequearon 1.300 coches con las cámaras de tráfico y de seguridad hasta reducir a 600 el número de vehículos que pasaron a una hora concreta por un tramo concreto.