Aluvión de críticas al ministro Catalá por "maniobrar" en la Operación Lezo
Unánime censura por la supuesta "instrumentalización" de los fiscales en los últimos casos de corrupción. Y también unanimidad en la petición de cese del jefe Anticorrupción, Manuel Moix.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, este miércoles en el Congreso.
El Gobierno tiene un problema con la Fiscalía. Y el ministro de Justicia, Rafael Catalá, pudo comprobar este miércoles, en su comparecencia ante la Comisión de Justicia, que lo sucedido entorno a la Operación Lezo ha suscitado los unánimes recelos y los más agrios reproches de todas las fuerzas parlamentarias, incluidos los socios del Gobierno.
Catalá tuvo que escuchar en boca de los portavoces los fragmentos de algunas conversaciones entre el exministro Eduardo Zaplana y el encarcelado expresidente madrileño, Ignacio González, felicitándose por la designación de Manuel Moix como fiscal Anticorrupción. Y a partir de ahí, comenzó el chaparrón de críticas al Gobierno y al PP.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, que denunció el "tono a la defensiva" de Catalá en sus explicaciones, aseguró que muchos ciudadanos tienen la "percepción" de que el Gobierno se ha conjurado "para defender a los corruptos". Y relató, en este sentido, el cruce de un SMS entre el propio ministro y el encarcelado dirigente madrileño en el que González le felicitaba por su nombramiento.
Por parte del PSOE, Juan Carlos Campo censuró el "descrédito" de la Fiscalía y acusó al Gobierno de "nombrar fiscales ad hoc" para luego"instrumentalizarlos".
Pero también el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Prendes, arremetió contra su socio de investidura. "Su intervención me ha parecido una tomadura de pelo", llegó a espetar al ministro. Y aún fue más allá: "su injerencia como ministro ha sido nombrar un Fiscal General dispuesto a cumplir el plan de Ignacio González".Y concluyó Prendes: "con su defensa continua del señor Moix hoy, usted ha perdido toda credibilidad para impulsar esas reformas necesarias para la Justicia".
A esta catarata de reproches -a la que se sumó también Compromís, ERC, PNV-, Catalá respondió negando que haya "interferido" ante la Fiscalía a favor del expresidente madrileño, Ignacio González, y defendió que los fiscales son "cien por cien autónomos".
"Ni he interferido ni interferiré nunca en una investigación abierta y quien diga lo contrario miente con mala fe", enfatizó.
Por todo esto, el ministro se preguntó "a quién le interesa alimentar los bulos y las falsedades que se lanzaron en su día sobre este tema", y advirtió de que "nada hay más insidioso e injusto que lanzar acusaciones precipitadas sin tener pruebas".
Lluvia de críticas al Fiscal General
Justo antes de Catalá, ocupó la silla de compareciente en la Comisión de Justicia el fiscal general del Estado, José Manuel Maza. Toda la oposición solicitó el cese del fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, tras conocer sus últimas decisiones que han creado discrepancias en el seno de la Fiscalía, para que la opinión pública recupere la credibilidad en esta institución.
Todos los portavoces de Justicia de los grupos parlamentarios, salvo el del PP, preguntaron a Maza el motivo del por qué Moix ha sido nombrado para dirigir la Fiscalía Anticorrupción cuando era el único candidato que no tenía experiencia en este departamento.
Asimismo, reprocharon las últimas decisiones tomadas por el fiscal jefe del mismo relacionadas con la Operación Lezo, sobre su oposición a que se practicasen ciertos registros, tal y como pretendían los fiscales adscritos al caso, Carlos Yáñez y Carmen García Cerdá, o la sustitución de los fiscales del conocido caso del tres por ciento de Cataluña.
Maza provocó cierta polémica al instar a los partidos a legislar contra las filtraciones periodísticas de los sumarios declarados secretos.