El Gobierno se adelanta a Puigdemont y neutraliza su acto rupturista con Carmena
Al presidente de la Generalitat no le hizo gracia que Mariano Rajoy le reventara, adelantándose tres días, el polémico acto que tiene convocado en Madrid con la complicidad de la alcaldesa.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tenía previsto anunciar su propuesta de un referéndum de independencia en una conferencia este lunes en una sala del Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena en medio de una gran polémica y multitud de manifestaciones en contra, incluida la del PP, pero este viernes el Gobierno le reventó el mediático y polémico acto invitándole formalmente a hacerlo "donde debe, en las Cortes Generales.
La propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, invitó formalmente a Puigdemont desde la mesa del Consejo de Ministros a defender en el Congreso su propuesta de referéndum porque es donde "se debe abordar una cuestión de esta naturaleza" y "es la forma de debatir en una democracia consolidada".
Sáenz de Santamaría fue la encargada de comparecer públicamente tras la reunión del Consejo de Ministros para invitar formalmente al Gobierno catalán a que lleve al Parlamento sus tesis y busque apoyos parlamentarios allí tres días antes de que Puigdemont desembarque en Madrid para pronunciar la conferencia en la que estará acompañado por su vicepresidente, Oriol Junqueras, y el consejero de Exteriores, Raül Romeva.
Sáenz de Santamaría recalcó que "el cauce" por el que Puigdemont debe llevar sus pretensiones para que se autorice un referéndum es el Parlamento, no una sala municipal. Para ello, el dirigente catalán deberá lograr una reforma constitucional y si así lo deciden las Cortes y los ciudadanos, dijo, se podrá llevar a cabo el referéndum.
"El Reglamento del Congreso establece mecanismos para que esa propuesta que afecta a la propia estructura del Estado sea conocida y debatida por las Cortes, tiene claros precedentes", añadió la vicepresidenta, en referencia al debate sobre el denominado Plan Ibarretxe que planteó el Gobierno vasco y rechazó la Cámara Baja en 2005.
Aparte del antecedente de Ibarretxe, fuentes de Moncloa recuerdan que el propio Mariano Rajoy ya trasladó en septiembre de 2012 al entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, que era el Congreso el lugar al que debía llevar sus reivindicaciones, ante sus pretensiones en aquel momento exigiendo al Gobierno un pacto fiscal para Cataluña.
Santamaría se mostró convencida de que las fuerzas políticas "facilitarán al máximo" ese debate y contará "con la colaboración" del Gobierno del PP para que se "haga con la mayor agilidad posible".
Dado que Rajoy tiene previsto acudir a las jornadas del Circulo de Economía que se celebran en Sitges y si ésa puede ser una oportunidad para trasladar personalmente esta invitación al presidente catalán, Sáenz de Santamaría añadió que la propuesta que plantean es "lo suficientemente democrática como para que cualquiera pueda aceptarla sin necesidad de mayores dotes de persuasión".
En su opinión, si Puigdemont tiene interés en que sus planteamientos puedan llegar a "buen término", no debe "tener inconveniente" en debatir en la Cámara Baja. "Creo que ese debate es difícilmente rechazable, porque creo que deben seguirse las reglas del juego en democracia", sentenció.
Sin embargo, a Puigdemont parece que no le ha gustado la jugada del Gobierno y no ha dudado en rechazar la invitación. Eso sí, el presidente catalán "ha celebrado que finalmente el gobierno reconozca la posibilidad de celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña", al abrirse a que lo lleve a debate en el Congreso.