Pesadilla en el PSOE andaluz: Susana ofrece un trato a la desesperada a Sánchez
Ni el único bastión del susanismo está a salvo. Aunque ella no está en condiciones de poner condiciones -valga la redundancia- quizá esta vez al secretario general le convenga aceptar.
Digerida ya la inesperada derrota en las primarias del 21-M y afrontada la primera acometida de su crecido socio parlamentario, Ciudadanos, Susana Díaz trata de fijar un plan para mantener lo más intacto posible su poder interno en el socialismo andaluz, que tiene una cita decisiva en el congreso que el PSOE-A celebrará los días 29 y 30 de julio. De hecho, nada más fracasar en su intento de alzarse con la Secretaría General del PSOE, la lideresa decidió con su guardia de corps acelerar la convocatoria del cónclave ante el imparable ascenso del pedrismo en Andalucía.
Desde su derrota, Susana no ha conversado con Sánchez - anunció que lo hará por fin este viernes- pero sí y en varias ocasiones con los barones territoriales que la apoyaron y que se han rendido literalmente al reelegido secretario general. Este mismo miércoles, de forma secreta, Sánchez almorzó en Madrid con el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, para sellar la paz entre los dos bandos, que aún mantienen recelos insalvables.
Tanto Vara como el aragonés Javier Lambán y el valenciano Ximo Puig, han comunicado a Díaz -según cuentan a ESdiario fuentes socialistas- que van a acatar sin dudas las órdenes de la nueva Ejecutiva que confeccione Sánchez tras el 39 Congreso Federal. Situación distinta es la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que condiciona su continuidad al resultado del Congreso.
El mensaje de buena voluntad: Díaz disuelve el susanismo en el Congreso a cambio de manos libres en Sevilla
Díaz, que en público ha mostrado en tres ocasiones desde el 21-M su decisión de trabajar "para ayudar a Pedro", ha ofrecido al nuevo líder un "pacto de no agresión" que consiste en garantizar la lealtad del Palacio de San Telmo a Ferraz, siempre que Sánchez renuncie a dar batalla en el PSOE-A.
Sánchez sabe que Andalucía es la única comunidad en la que su candidatura no venció, pero también Díaz es consciente de que el pedrismo -sostenido en los críticos internos con Díaz- avanza de forma imparable.
En los últimos días, los dos hombres fuertes de Sánchez en Andalucía, su exjefe de campaña Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, han amagado con presentar una lista alternativa a la de Díaz en el Congreso del PSOE-A de julio.
Sería Toscano, uno de los mayores enemigos internos de la presidenta andaluza, el encargado de liderarla. Fuentes del socialismo andaluz explican a este diario que el objetivo -su victoria es imposible- sería condicionar el futuro de la lideresa con una ejecutiva que la ataría de pies y manos.
Pero Sánchez duda dar esta batalla en un momento tan delicado pese a los llamamientos de los suyos para liquidar definitivamente el socialismo heredero del llamado clan de la tortilla, los Felipe, Guerra y Chaves.
Díaz ha lanzado su oferta con un mensaje de buena voluntad. Disolver el susanismo en el Congreso de los Diputados, donde era abrumadoramente mayoritario. Con Eduardo Madina más fuera que dentro, a muchos barones les sorprendió una fotografía subida a su cuenta de Twitter por el susanista Antonio Trevín.
Todos los alfiles de la presidenta andaluza en Madrid -Antonio Pradas, Miguel Angel Heredia o José María Barreda- confraternizando amistosamente en una cena este miércoles con los nuevos jefes del PSOE.
Nota: a última hora de la tarde de este viernes se conoció una conversación telefónica de 10 minutos entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. Ella le pidió respeto para los barones y le ofreció lealtad.