Puigdemont se abre a ir al Congreso al verse sin margen de maniobra ni ideas
El presidente de la Generalitat da un giro después de pasarse dos semanas menospreciando el Parlamento, con el precedente del fiasco del Plan Ibarretxe muy presente en su cabeza.
Dos semanas después de que el Gobierno lanzara el guante a Carles Puigdemont retándole a ir al Congreso a defender su referéndum de autodeterminación, el presidente catalán lo ha recogido.
A su manera, no directamente sino a través de una fuente de su Ejecutivo según la cual Puigdemont estaría dispuesto a estudiar "una propuesta formal". "Iremos si es para negociar, y no un trágala", resumen desde la Generalitat.
Ello supone un cambio de discurso, puesto que cuando Soraya Sáenz de Santamaría primero y Mariano Rajoy después le emplazaron a debatir en las Cortes, Puigdemont contestó que para él la negociación se tenía que llevar a cabo en un tú a tú con el Gobierno central y no por la vía parlamentaria.
No en vano el independentismo tiene muy presente el gran batacazo que se llevó el entonces lendakari Juan José Ibarretxe cuando acudió al Congreso a pedir apoyo para un nuevo Estatuto vasco que recogía el derecho de autodeterminación.
Este viraje del PDeCAT no supone que abandone la vía unilateral. De hecho la próxima semana (se habla de jueves o viernes) tiene previsto anunciar la fecha de la consulta y la pregunta, y el domingo de la semana que viene hay convocada una manifestación de las fuerzas independentistas.
La noticia se produjo horas después de que el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, le trasladara una vez más: "Que venga cuando él quiera pero pronto".