Indignación en la Casa Real tras airearse un dato de la salud de Don Juan Carlos
'El Mundo' publica un dato hasta hoy desconocido sobre una dolencia del Rey emérito. Un problema, a sus 79 años, que achacan a su afición por la caza. De nuevo, la polémica está servida.
Lo cuenta el diario El Mundo este sábado y, según ha podido saber ESdiario, no ha sentado nada bien esta información ni en la Familia ni en la Casa Real. ¿Por qué? porque en la Casa Real entienden que la noticia difunde un hecho estrictamente privado y que corresponde a la intimidad e información confidencial de la salud de Don Juan Carlos I, persona que además ya no ostenta la Jefatura del Estado. El texto periodístico revela así que el Rey emérito usa "sonotone". Información que en su titular achaca también a una de las actividades preferidas de Don Juan Carlos, la caza. Cuestión que tampoco ha sentado bien en el entorno de La Zarzuela.
Así, el texto recoge que los españoles nos hemos acostumbrado a su imagen caminando con muleta, lo que la mayoría ignoraba es que el Emérito lleva también un sonotone en su lóbulo auditivo izquierdo. Algo que se puede comprobar en esta reciente imagen tomada en el tendido dos de la plaza de Las Ventas, donde Don Juan Carlos disfrutó este miércoles, 31 de mayo, en la Feria de San Isidro, del toreo de Roca Rey, Miguel Ángel Perera y López Simón.
Según indica una fuente del círculo del Emérito, es cierto que Don Juan Carlos está duro de oído, pero su sordera no hay que atribuirla sólo a los 79 años que figuran en su carnet de identidad, sino sobre todo a su condición de cazador. "La mayoría de los cazadores pierden con el tiempo mucha audición, ya que el estruendo de los disparos les acaba afectando al tímpano, de la misma manera que a gran parte de los pilotos les provoca sordera el ruido del motor del avión". Parece que lo del sonotone no es algo reciente en el Rey, sino que usa frecuentemente dicho artilugio al menos desde el año 2011, si bien como es un hombre muy coqueto, lo disimula colocando su cabello encima de su oreja, señala El Mundo.
La información concluye afirmando que la sordera no es algo que a Don Juan Carlos le quite el sueño como sí se lo han quitado sin embargo sus problemas de movilidad, ya que su mayor temor era quedar atado a una silla de ruedas como le ocurrió a su madre, Doña María. Problemas que se agravaron a raíz de la fractura de cadera que sufrió en abril de 2012 durante una cacería de elefantes en Botswana, que obligó a implantarle una prótesis urgente y cuyas posteriores complicaciones le hicieron pasar por el quirófano -"el taller" como él dice-, en seis ocasiones más. Algo que influyó notablemente en su decisión de dejar el trono, aunque actualmente está bastante recuperado, pues su jubilación le deja tiempo libre para someterse a una intensiva rehabilitación que, por el momento, aleja de su horizonte el temido fantasma de la silla de ruedas.