Moncloa ningunea el anuncio de Puigdemont y le enseña el destino de su consulta
El Gobierno elude entrar al cuerpo a cuerpo con Puigdemont tras el anuncio de la fecha y pregunta de su referéndum mientras Bruselas vuelve a asestar un severo varapalo a la Generalitat.
El Gobierno no va a acelerar sus pasos pese a la convocatoria oficial, este viernes, del referéndum independentista por parte del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y sus socios de Esquerra y la CUP.
Así lo manifestó este viernes el portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, que calificó el anuncio de Puigdemont llamando a los catalanes a la consulta el 1 de octubre, como "un nuevo paso en una estrategia que no llega a ninguna parte".
A su juicio, según explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el apoyo a la hoja de ruta soberanista es "cada vez más minoritaria y más radical". "Cada vez son menos, sólo están ya los más radicales y han fracasado sus intentos de sumar más aliados a su hoja de ruta", recalcó el portavoz del Ejecutivo.
Méndez de Vigo recordó a la Generalitat su "obligación de cumplir la ley" y de "proteger los derechos de todos los ciudadanos de Cataluña", así como "preservar la neutralidad de los funcionarios de Cataluña". Y, apelando a las últimas resoluciones del Tribunal Constitucional, enfatizó que cada paso ilegal que emprenda la Generalitat será recurrido por el Gobierno.
Ya a preguntas de los periodistas y preguntado en reiteradas ocasiones por el anuncio de Puigdemont de este viernes, el portavoz del Gobierno insistió en que el referéndum es ilegal, va contra la Constitución y no se va a celebrar". Y, acto seguido, reiteró la oferta para que el presidente de la Generalitat acuda al Congreso de los Diputados a defender su proyecto político.
También desde Bruselas le llegó a Puigdemont un nuevo varapalo a su deriva soberanista. La Comisión Europea reiteró este viernes que considera que el desafío independentista en Cataluña es un asunto "interno" del orden constitucional de España y, por tanto, no va a pronunciarse sobre el anuncio de la fecha y la pregunta del referéndum.
"La Comisión Europea nunca comenta asuntos que pertenecen al orden constitucional interno de nuestros Estados miembros", aseguró en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario Alexander Winterstein, que no ha querido hacer más valoraciones.
El portavoz evitó así valorar las consecuencias del anuncio ni dar una opinión sobre cuál debería ser la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy, manteniéndose así fiel a la cautela con que el Ejecutivo comunitario reacciona ante cuestiones que afectan a los Estados miembro.
La posición comunitaria no ha cambiado en los últimos años y reitera la línea fijada en 2004 respecto a que un territorio independizado de un Estado miembro quedaría fuera de la UE.