Al descubierto los 7 criminales que como el violador del ascensor andan sueltos
La reincidencia de Pedro Luis Gallego ha reabierto las heridas de la polémica derogación de la "doctrina Parot". Víctimas y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, preocupados.
Son reincidentes y no tienen remedio. La detención nuevamente del violador del ascensor, Pedro Luis Gallego, después de haber sido puesto en libertad en 2013 gracias a la derogación por parte del Tribunal de Estrasburgo de la llamada doctrina Parot, ha puesto de nuevo en alerta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Aquella doctrina establecía que en determinados casos y delitos como el de terroristas, asesinos en serie y violadores, se les aplicasen los beneficios penitenciarios por el cómputo global de la condena y no el cumplimiento del mayor de los delitos.
Es decir, que da igual asesinar o violar a 2 personas que a 38. Da igual que te condenen a 30 años que a 3.000 años de prisión, como ha ocurrido esta misma semana con la sanguinaria etarra Idoia López Riaño, en libertad definitiva tras cumplir apenas 23 años de los 2.000 a los que fue condenada.
En enero pasado, López Guerra abroncó al Tribunal Constitucional por condenar a unos radicales que quemaron fotografías del Rey Juan Carlos
Los beneficios se les aplica igual en un caso que en otro. Aquello se evitó con la doctrina Parot, pero el Tribunal de Estrasburgo y con el voto decisivo del representante español, no un juez sino el catedrático Luis López Guerra -designado para el cargo por José Luis Rodríguez Zapatero tras ser secretario de Estado de Justicia-, derogó este importante instrumento jurídico contra terroristas, criminales organizados o peligrosos depredadores sexuales.
López Guerra tenía la capacidad de influir decisivamente en uno u otro sentido, pero prefirió destruir la doctrina que no contabilizaba los beneficios penitenciarios por el total de las condenas.
Aquella doctrina era una línea de actuación judicial que permitía resarcir los despropósitos de un Código Penal obsesionado con la reinserción de unos asesinos que en su inmensa mayoría no sólo no se quieren reinsertar, sino que se sienten orgullosos de sus crímenes.
El polémico jurista afín al PSOE Luis López Guerra, ideólogo de la derogación de la "doctrina Parot"
Las víctimas están indignadas y con el miedo metido en el cuerpo las 24 horas del días. Están convencidas de que los violadores y asesinos que anda sueltos volverán a violar como lo ha hecho Pedro Luis Gallego, el violador del ascensor, condenado a 273 años, 2 meses y 16 días por un total de diez violaciones y los asesinatos de Marta Obregón, de 17 años, y Leticia Lebrato, de 22 años.
Pero Gallego no es el único que era reincidente y quedó en libertad. En su misma situación se encuentran otros tantos violadores y asesinos que fueron puestos en libertad y que preocupan y mucho a la Policía y la Guardia Civil, entre otras cosas porque el Tribunal tampoco permite la vigilancia de estos delincuentes:
- Juan Manuel Valentín Tejero: fue condenado a 64 años y 9 meses de cárcel por el asesinato, rapto y violación de la menor de 9 años Olga Sangrador en 1992 en Villalón de Campos (Valladolid). El propio Valentín Tejero admitió haber asesinado a la pequeña golpeándola con una barra de hierro. Estos hechos ocurrieron cuando disfrutaba de un permiso extraordinario de salida de prisión.
En 2011, apoyó que el Estado reparara al líder batasuno Arnaldo Otegi por haber sufrido supuestos "daños morales"
- Pablo Manuel García Ribado: el violador del portal cuenta en su currículum criminal con 74 violaciones además de seis agresiones sexuales, diez robos y dos delitos de lesiones por los que fue condenado a 1.721 años, 2 meses y 15 días. Fue detenido el 14 de octubre de 1993, por lo que habría permanecido 20 años en prisión, es decir, algo más de 3 meses por cada violación.
- Miguel Ricart Tárrega: en compañía de Antonio Anglés (en paradero desconocido), raptó, violó y asesinó a tres niñas de Alcáser (Valencia), que hacían autostop para asistir a una fiesta del Instituto. Ricart tiene una condena de 186 años de cárcel, 5 meses y 18 días y tan solo ha cumplido 21 años de prisión.
- Faustino Gabarri: condenado a 70 años de cárcel. Violó en cuatro ocasiones a una joven de 16 años, tras maniatar a su novio en un parque de Arriondas, en Parrés.
- Jesús Octavio González Marrero: Fue condenado a 41 años y cumplió 19. Violó a sus dos sobrinos menores de edad en Las Palmas.
- Joaquín Villalón Díez: Apodado el asesino señorito, fue condenado a 52 años de cárcel por descuartizar a su amante y matar a dos transexuales en Madrid. Su carrera criminal comenzó en 1981, cuando asesinó, descuartizó y abandonó en un monte a su amante, Paquita García. Detenido y juzgado por el crimen.
- Pedro Antonio Seco Martínez. Fue condenado en 1997 a 90 años de prisión por matar a tres vecinos de Villarrobledo (Albacete), a los que golpeó, desnudó y, posteriormente, estranguló hasta la muerte. Pedro José Moreno Villar del Saz, marmolista, de 33 años; José Ballesteros Ordóñez, albañil de 23; y Juan Segundo López Rebolloso, taxista de 42, tuvieron la desgracia de cruzarse con Seco.