Venganza consumada: Sánchez entierra al viejo PSOE ante la impotencia de Susana
Eufóricos los pedristas, visiblemente cariacontecidos y preocupados los susanistas, y el fin de un partido tal como lo conocimos. De momento, España ya es "plurinacional".
Pedro Sánchez, el reducido grupo de jóvenes dirigentes que le rodea y, eso sí, la mayoría de sus militantes, oficiaron este sábado el funeral del viejo PSOE. Y, de cuerpo presente, los principales avalistas del difunto: cuatro de sus cinco secretarios generales -Felipe González (en plasma), Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, muy serios toda la mañana-, media docena de barones territoriales y la líder de estos, la presidenta andaluza, Susana Díaz.
Poco se sabe todavía del nuevo PSOE que nace este fin de semana, pero sí qué poco tendrá que ver con el histórico socialismo español, socialdemócrata en lo político y keynesiano en lo económico, que ha gobernado España durante varias décadas. De momento deroga el modelo autonómico y reclama la España "plurinacional".
En el Palacio Municipal de Congresos de Madrid (IFEMA), una fotografía resumió bien el estado actual del PSOE: Sánchez y los suyos eufóricos, Felipe González hablando tres minutos vía plasma sin citar al nuevo secretario general por su nombre, y la hasta hace poco lideresa desplazada hasta... la fila 12 del Plenario con una visible cara de pocos amigos.
Pasadas las once de la noche, Sánchez y Díaz se vieron, apenas diez minutos, y la presidenta andaluza reiteró su argumentario: su líder tiene las "manos libres".
Susana Díaz se une a Felipe, Zapatero y Rubalcaba y dará un sonoro plantón a Sánchez en su proclamación.
Y es que lo único que le quedó por hacer este sábado a Susana Díaz en este 39 Congreso que aguardaba un paseo militar para ella, ha sido trazar una línea roja a Sánchez con su enésima advertencia: no hay mayoría para desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa. Es decir, enmienda a la totalidad a una nueva moción de censura junto a Podemos, C's, ERC y Bildu.
Otra segunda fotografía que dejará este 39 Congreso Federal para la historia socialista y que resume el "estado del enfermo", en palabras de un barón susanista a ESdiario, es que éste domingo, en su discurso de proclamación, a Sánchez le van a dar plantón González, Zapatero, Rubalcaba y, también, Susana Díaz.
Eso sí, el secretario general lo compensará con 8.000 militantes de base de los que el 21-M le llevaron en volandas de nuevo a Ferraz.
La primera jornada de este 39 Congreso no pasará a la historia. "Esto parece un congreso del PP. Sólo hemos venido a decir que sí", ironizaba un eurodiputado socialista afin a Díaz.
"Es la primera vez en décadas que nos traen hecha la Ejecutiva de casa, y eso cuando el partido está más dividido que nunca", se lamentaba otro veterano compromisario con muchos congresos del PSOE a sus espaldas.
Prueba de la rendición del susanismo es que en los larguísimos trabajos de las tres comisiones, apenas tres puntos destacaron: la polémica sobre la maternidad subrogada-rechazada su regulación-, la definición de España como "plurinacional", y el modelo de destitución del secretario general que, tal como informó ESdiario este viernes, deberá ser sometida a consulta de las bases.
La enmienda de la polémica
También votará la militancia los futuros acuerdos de gobierno del PSOE y los pactos que faciliten a otro partido el acceso al Ejecutivo. Un modelo asambleario en el que los barones poco o nada tendrán que decir. Con ellos pactó Sánchez este sábado la composición del nuevo Comité Federal, que tendrá mucho menos poder que los anteriores.
A regañadientes y visiblemente molestos, los compromisarios críticos tragaron con el nuevo modelo territorial del PSOE. Y con la propuesta de los sanchistas de llevar a un futura reforma de la Constitución el "carácter plurinacional" de una España conformada por "naciones culturales". La voladura, en definitiva, de la llamada Declaración de Granada que Rubalcaba pactó en su día con los barones territoriales.
La delegación asturiana había pedido la retirada de esa enmienda introducida por los pedristas pero 165 delegados votaron a favor de la misma frente a 41 compromisarios que la rechazaron. Esta polémica enmienda apuesta por "una reforma constitucional federal, manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español" para "perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado apuntado en el artículo 2 de la Constitución".
Este domingo, la nueva Ejecutiva Federal, con Adriana Lastra (vicesecretaria) y José Luis Abalos (secretario de Organización) como pesos pesados, saldrá elegida por aclamación.
Pero a la mitad del PSOE la nueva dirección le gusta entre poco y nada. Y Sánchez será proclamado, otra vez, secretario general en un baño de masas de la militancia. Medio PSOE, eso sí, le espera agazapado. Tregua pero con los sables levantados.