Los tres consejeros purgados esconden del "procés" cientos de miles de euros
Solo Jordi Jané, hasta ahora consejero de Interior, tiene un patrimonio de más de 835.000 euros, además de a su mujer trabajando en la Generalitat. Los nuevos no guardan tantos ahorros.
Carles Puigdemont da la bienvenida a Jordi Turull, nuevo consejero de Presidencia y portavoz.
¿Carles Puigdemont ha buscado consejeros dispuestos a inmolarse o directamente testaferros sin demasiado que perder en caso de ser condenados por desobediencia y malversación de caudales públicos?
Cabe la duda después de ver las cuentas corrientes de los purgados y de los que vienen, porque las de los primeros son mucho más abultadas que las de los segundos.
Entre los tres consejeros que el presidente de la Generalitat ha cesado por no estar dispuestos a arriesgar su patrimonio, Jordi Jane, Meritxell Ruiz y Neus Munté, suman 1.160.425 euros.
Jordi Jané, el hasta este viernes titular de Interior, era de hecho el segundo consejero más acaudalado del Govern, por detrás de Josep Rull. Su patrimonio asciende a algo más de 835.000 euros que no tenía la más mínima intención de tirar por la borda del procés ilegal. Solo en bienes inmuebles suma 526.661,96 euros.
Jané tenía algo más que perder: su mujer, Margarida Gil, también es alto cargo de la Generalitat, actualmente miembro del Consejo de Garantías Estatutarias y antes jefa del gabinete jurídico.
Meritxell Ruiz, la ya exconsejera de Educación, posee un patrimonio de algo más de 197.000 euros. Y Neus Munté, que abandona la Consejería y la Portavocía, ha declarado 128.000 euros, a lo que hay que sumar una vida entera viviendo de UGT y de Convergència (partido al que se afilió hace más de dos décadas).
Jordi Turull, que viene a sustituir a Munté, es el más acaudalado de los consejeros entrantes y tiene cerca de 162.000 euros. Joaquim Form, hasta ahora concejal del Ayuntamiento de Barcelona y desde este viernes consejero de Interior, tiene una hipoteca y poco más de 50.000 euros.
Y Clara Ponsatí, economista y hasta ahora directora de la Escuela de Economía y Finanzas en la Universidad de Saint Andrews, nunca ha vivido de la política hasta aceptar la cartera de Educación.
Los tres tomaron posesión este viernes por la tarde en un sobrio acto en el Palau de apenas 20 minutos en el que Puigdemont agradeció a los consejeros salientes sus servicios prestados y poco más.