Crece el horror: dos niñas participaron en la tortura a Naiara
Aunque el caso está bajo secreto de sumario se van conociendo detalles del crimen que tiene conmocionados a los aragoneses. El asesino confeso no muestra un ápice de arrepentimiento.
Concentración silenciosa en repulsa por el asesinato de Naiara.
Cada detalle que va conociéndose del terrible asesinato de Naiara, la niña de 8 años torturada hasta morir en Sabiñánigo (Huesca), es más escalofriante que el anterior.
A pesar que el caso se encuentra bajo secreto de sumario en el juzgado número 2 de Jaca, en las últimas horas ha trascendido que no solo el tío de la víctima, Iván Pardo Pena, participó el 7 de julio en los macabros hechos.
Iván tuvo dos ayudantes: dos sobrinas de 12 y 15 años que estaban al cuidado de la madre del asesino desde hace años porque a su madre biológica, hermana de Iván, le habían quitado la custodia, según publica El País. Ambas estuvieron con su tío en la habitación mientras torturaba a Naiara durante seis largas horas, de 11 de la mañana a 4 de la tarde.
Los investigadores han llegado a esta conclusión después de comprobar que incurrieron en varias contradicciones durante el interrogatorio. Ambas se encuentran ahora tuteladas por los Servicios Sociales de Aragón.
Pero hay más. La pequeña llegó al hospital con marcas de ataduras en los tobillos y en las muñecas y heridas en las rodillas. Porque, al parecer, pasó sus dos últimas noches castigada, de rodillas.
Teóricamente, por sacar malas notas. Pero, según los investigadores, hay un componente racista en esta muerte.
La niña descansa en el cementerio de Sabiñánigo. A su entierro solo acudieron cuatro personas, la madre con su pareja, la abuela y el cura.
El asesino está en la cárcel de Zuera, frío y sin mostrar un ápice de arrepentimiento. En su perfil de Facebook cientos de ciudadanos anónimos le desean una muerte igual de horrible que la que él dio a Naiara.