Cisma en los Mossos: dimite el director por negarse a ser un títere del "procés"
Se sabía en la diana del nuevo consejero de Interior, Joaquin Forn, por empeñarse en respetar la legalidad. Así que se había convertido en un estorbo para el independentismo.
A dos meses del 1 de octubre, el director general de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, ha anunciado su dimisión tras no haber sido ratificado en público en las últimas horas. Había llegado al cargo en junio de 2014, nombrado por el tripartito.
Batlle se sabía en el punto de mira del nuevo consejero de Interior, Joaquín Forn, a quien un sector de ERC y la CUP reclamaba su cabeza. Antes de ser purgado, el director del Cuerpo ha decidido adelantarse y arrojar la toalla.
¿El pecado de Batlle? Haber mantenido a los 16.784 mossos neutrales y al margen de los vaivenes del "procés". Todo tras el empeño de su máximo responsable y con la complicidad de quien fue hasta la pasada semana el consejero del ramo, el moderado Jordi Jané.
En cualquier caso, según ha sabido ESdiario de fuentes de la policía catalana, una sensación de preocupación se ha instalado en los últimos días entre los agentes, que desde el inicio han querido mantener un perfil institucional y de respeto absoluto a la legalidad vigente.
De hecho, el cesado Jané y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, reactivaron la pasada semana la Junta de Seguridad y acordaron el acceso de los mossos al Centro de Inteligencia sobre Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO).
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En la cúpula de la policía catalana existía hasta ahora un complicado juego de equilibrios. Por debajo de Batlle, al que se vincula al PSC y nada favorable a la causa independentista, la Generalitat situó como Mayor del cuerpo al comisario Josep Lluis Trapero. Resulta curioso ya que fue nombrado el pasado 18 de abril después de que la plaza estuviera vacante desde 2007.
Su nombramiento llegó rodeado de polémica. En su toma de posesión, Puigdemont pronunció una frase que desató la alarma entre los agentes. "Los mossos -enfatizó el presidente de la Generalitat- están comprometidos con el futuro que elijan los catalanes". Toda una enmienda a la totalidad a la estrategia de Batlle.
Según se acerca la fecha del órdago final y que el gobierno catalán se ha radicalizado como nunca antes, La Moncloa sabe que el papel de la policía autonómica seria determinante el 1 de Octubre. Si como había garantizado Batlle sus agentes acatan las órdenes del Tribunal Constitucional, el referéndum no se celebrará.
Por eso, los mossos temían la purga inmediata de su máximo responsable. En un importante sector del Cuerpo un cambio de instrucciones a favor de la causa independentista se considerará una declaración de guerra y un ataque a su independencia y así lo han advertido ya sus dos principales sindicatos.
En un comunicado interno, Batlle ha mostrado su convencimiento de que, en los actuales momentos que vive Cataluña, la policía seguirá perseverando en la misión de defensa de la seguridad y el bienestar de los conciudadanos.
"Y lo hará como siempre, con escrupuloso respeto y sujeción a la Ley", recoge la misiva enviada este lunes.
En ella, también ha expresado su profundo agradecimiento a todo el personal de la Dirección General, a los mandos y a todos los miembros del cuerpo de Mossos por su abnegada entrega en la misión que tienen encomendada al servicio del pueblo de Cataluña.