Colapso en Podemos: Iglesias recibe el peor dato tras gastar todas sus "balas"
El CIS ha entregado este viernes las notas de verano a los líderes políticos. Y el máximo dirigente "morado" se lleva de vacaciones una inquietante radiografía para su partido y su liderazgo
Podemos tiene un serio problema. En apenas seis meses, la nueva estrategia alumbrada por Pablo Iglesias tras la Asamblea Ciudadana de Vistalegre II se ha demostrado fracasada. Ni tampoco la sustitución de Íñigo Errejón por Irene Montero, como rostro visible del partido en el Congreso, parecen haber ayudado.
Pero, sobre todo, a juzgar por los más que relevantes datos ofrecidos este viernes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), lo que parece que no le funciona a Iglesias es la estrategia del ruido, sobre t0do en los meses en los que ha tenido libre el espacio de la izquierda, enredado el PSOE como estaba en sus cruentas guerras internas. Y con el Gobierno y el PP atravesando sus mayores dificultades, con la presencia del propio presidente en la Audiencia Nacional.
Y es que, como principal conclusión para la dirección morada, el sondeo -las notas del verano a los partidos- deja a Podemos por debajo de los porcentajes de voto que obtuvo el 26-J. La encuesta le concede un 20.3% de intención de voto, frente al 21,1% que obtuvo en las generales. No sería mayor problema, si en este medio año Iglesias no hubiera desplegado toda una serie de iniciativas destinadas justamente a lo contrario: relanzar su marca y ampliar su espacio.
Primero, la purga interna para hacer la estrategia de oposición al PP a su medida. Después, cuestionadas operaciones como el tramabús y la denuncia de esa llamada "trama" que sustituyó a la "casta" en el imaginario colectivo de los militantes morados.
En tercer lugar, su apuesta por el ruido en el Congreso contra la estrategia legislativa y política que proponía Errejón. Y por último, la malgastada bala de oro de la moción de censura que, visto el CIS de este viernes, solamente han rentabilizado los socialistas. Y eso, con una faena de aliño de su portavoz eventual, José Luis Ábalos.
Sin Sanchez en el Congreso y alejado de los focos mediáticos, Iglesias no solamente parece no haber sacado rédito a las luchas preprimarias de los socialistas, si no que el PSOE aparece ahora reforzado ante los electores tras su 39 Congreso Federal.
Y eso que el líder socialista se ha limitado a ofrecer al Gobierno lealtad institucional ante el desafío catalán, negociar con Podemos un paquete de iniciativas sociales y de guiños al electorado más joven, y a acordar con Ciudadanos una reforma constitucional con la Ley Electoral al fondo, para sacar al PSOE del pozo.
Iglesias, que ha basado toda su estrategia de los últimos tiempos en el sorpasso y en erigirse como referente de la mayoría social de izquierdas, tienen pocas bazas que jugar para el próximo periodo de sesiones, toda vez que Rajoy tiene amarrados los Presupuestos Generales y, por tanto, la estabilidad para este 2017.
Sumado al estancamiento de Ciudadanos, parece claro que el bipartidismo se toma un respiro de cara al último semestre del año en el que, además, todos comenzarán a mirar a las urnas autonómicas y municipales de 2019.
En esos comicios se augura una guerra electoral entre PSOE y Podemos, por un lado, y PP y Ciudadanos, por el otro. El CIS de este vienes concluye que, a día de hoy, los primeros suman más que los segundos.