La "emboscada" que Moncloa espera de Rivera y el "as" que se guarda Rajoy
A partir de octubre y con el conflicto secesionista como telón de fondo, la legislatura va a entrar en un punto de inflexión que podría culminar con un adelanto electoral.
A partir de octubre y con el conflicto secesionista como telón de fondo, la legislatura va a entrar en un punto de inflexión que podría culminar con un adelanto electoral, según se desprende de la actitud de las fuerzas parlamentarias consultadas por ESdiario que, en todo caso, reconocen y recuerdan que la facultad de adelantar la cita con las urnas es competencia exclusiva del presidente del Gobierno, poco amigo de alterar los plazos legales.
La encuesta del CIS ha tenido más efectos de los que cabía esperar. En el PP se admite que las previsiones adelantadas han causado “sorpresa” y en gran parte del partido un enorme desconcierto, sobre todo entre aquellos sectores que han venido creyendo que los buenos datos económicos conjuraban cualquier peligro.
No ha sido así, hasta el punto que con los datos en la mano no resulta nada descabellado manejar la hipótesis de un eventual gobierno de izquierdas. En Génova, no obstante, creen que “cuando no hay elecciones a corto plazo, cualquier encuesta hay que tomarla con prudencia. Sin alarma y sin especial alegría, pero si es verdad que los datos nos han sorprendido”.
Un punto de especial sorpresa viene dado por el hecho que, de acuerdo con el CIS, Ciudadanos no rentabiliza la pérdida de posiciones del PP, pese que algún portavoz del partido naranja se ha mostrado satisfecho “con la tendencia” que la citada encuesta les atribuye.
Distinto es el caso del PSOE que, por primera vez en mucho tiempo, han recibido una buena noticia. El alza en cinco puntos ha llevado a la dirección socialista ha reafirmarse en su actual estrategia: un partido claramente de izquierdas y dispuesto al acuerdo con fuerzas afines con el objetivo no tanto de una nueva moción de censura que a día de hoy no está en la agenda de la calle Ferraz, como de hacerse notar como partido de oposición pura y dura para lo que si cuenta con el apoyo de Podemos, ERC y del PdeCat, máxime cuando el ejecutivo se mantiene firme en su no rotundo al referéndum del 1 de Octubre “que no se va a celebrar”.
Si como está previsto, el referéndum catalán no se va a celebrar, todo apuntaría a unas elecciones autonómicas casi de manera inmediata que darían el triunfo, según todas las previsiones a ERC. Si esto fuera así y con tensiones o sin ellas, la independencia catalana, necesariamente, quedaría cuando menos relegada para mucho tiempo lo que facilitaría un acuerdo de Gobierno con PSOE y Podemos.
El Gobierno y el PP creen tener garantizada la aprobación de los presupuestos para 2018, repitiendo para ello la mayoría que e permitió sacar adelante los del 17; es decir, Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias.
Estos cálculos circulan en más de un papel de Ferraz y Sánchez lo llevaría adelante sabiendo que ahora ya nadie le podría poner pega alguna. “¿Quién iba a decir que García-Page iba a gobernar con Podemos?”, se preguntan en Ferraz.
El Gobierno y el PP creen tener garantizada la aprobación de los presupuestos para 2018, repitiendo para ello la mayoría que e permitió sacar adelante los del 17; es decir, Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias. Salvar este escollo es en si mismo un éxito para un Gobierno que tiene sólo 137 escaños sobre 350 pero a partir de ahí, nada hace presagiar que el PP tenga por delante unos meses fáciles. Más bien al contrario.
A no tardar y a tenor de cómo van desarrollándose los acontecimientos, el Ejecutivo se verá en la necesidad de tomar medidas en relación a Cataluña que, con toda probabilidad van a tener “todos los peros imaginables por parte del PSOE sin darse cuenta de que todo lo que no sea apoyo al Gobierno es desgastar al propio Estado, pero contamos con ello”, se advierte desde Génova, donde creen que una “una imagen de soledad del Gobierno será aprovechada por los independentistas pero aunque sea en soledad se hará lo que se tenga que hacer”.
El capitulo catalán tiene entidad propia. Hasta el momento, el Ejecutivo ha recurrido todas aquellas iniciativas “oficiales” y así seguirá siendo. Pero como se tiene la convicción de que “Puigdemont está dispuesto a llegar al final, de ahí que nosotros nos coloquemos en ese final y digamos una y mil veces que no va a haber referéndum porque no lo va a haber”.
Hay que esperar a que se inicie el período de sesiones porque será el Congreso el escenario en el que se van a librar las batallas que van a suponer ese punto de inflexión, que tanto Podemos como PSOE y Ciudadanos auguran para la presente legislatura.
La comparecencia más esperada de Rajoy
Ciudadanos, en concreto, va a poner un “empeño especial” en la comisión de investigación en la que Rajoy va a tener que comparecer, probablemente a lo largo del mes de octubre. El partido de Rivera ha puesto en su lucha contra la corrupción el máximo empeño en la convicción de que esta tarea está siendo muy bien valorada por los ciudadanos que, al mismo tiempo, valoran su postura favorable a a estabilidad huyendo de cualquier intento de moción de censura.
El PP cree que los de Rivera van a ser implacables “en competición con el PSOE y con Podemos”. Reconocen en Génova que eso desgasta, pero también advierten que “aunque este pasando más desapercibido, la comisión de investigación del Senado está dando mucho de si, hay mucha información y naturalmente la vamos a utilizar y ellos, todos, lo saben de manera que también tendrán que calibrar hasta donde quieren llegar.”. La sensación de que se trata de una “causa general” en contra del PP va a llevar a los populares a un intenso trabajo parlamentario “de respuesta”.
Por otro lado, tanto el Ejecutivo como la dirección popular, ven “casi imposible” aprobar cualquier proyecto de ley, salvo los presupuestos para 2018. “El triunfo de Pedro Sánchez se está haciendo notar y se notará más a medida que avance el calendario no para hacer oposición, que es lo natural, sino para mantener una autentica cruzada contra el PP a la que se unirán ERC, Bildu y quien pase por ahí”.
Para Rajoy, la estabilidad es un valor en si mismo y ya desde hace muchos meses la consigna es “aguantar lo que nos echen”. La duda que se plantean algunos, incluso dentro de su partido, es si una vez aprobados los presupuestos y siempre a expensas de los acontecimientos que surgan derivados del desafio catalán, es si tendría mucho sentido mantener viva una legislatura que “va a servir para que otros hagan su propia campaña a lomos del PP y además el Gobierno se ve a atado de pies y manos a la hora de tomar decisiones”. No todos en el PP creen que en aras de la estabilidad “haya que pagar cualquier precio”.
Comisión sobre Gürtel: la sensación de que se trata de una “causa general” en contra del PP va a llevar a los populares a un intenso trabajo parlamentario “de respuesta”
No obstante, la clave de fondo no está ni en el PSOE y ni mucho menos en Podemos. La clave va a estar en Ciudadanos y los naranjas tomará posición en función de la comisión de investigación en donde “Rajoy nos tiene que dar argumentos más que convincentes”.
Cuesta imaginar que la beligerancia de su discurso en relación a la corrupción del PP se vea fácilmente rebajada. Si Rajoy no les convence de manera absoluta, “nos quedamos sin margen”. Y si Ciudadanos se queda sin margen, Rajoy se queda sin apoyos “y en esas condiciones no hay gobierno que aguante dos años”, se indica desde Ferraz en donde se asegura que no se tiene miedo alguno a un eventual adelanto electoral que de producirse sería a lo largo del año próximo porque “en el 19, con las elecciones ya previstas, es complicado colocar unas generales”, afirma el PP que sabe que aún tiene por delante muchos días “horribillis”.