Sabina lanza una grave acusación contra Iglesias y Montero por sus "vicios"
El cantante, que ya venía dando muestras de su desencanto con Podemos, ha terminado de estallar en una revista chilena después de ver la transformación de los dirigentes morados.
Ya venía Joaquín Sabina dando algunas muestras de su desencanto con los dirigentes de Podemos, que básicamente a día de hoy son Pablo Iglesias e Irene Montero. Pero por si quedaba alguna duda el cantante les ha dado la estocada definitiva desde las páginas de una revista chilena.
En una entrevista con The Clinic, Sabina habla de ese desamor que sufre. "Me siento del lado de esos millones que votaron a una izquierda joven y un poquito más radical. Pero no tanto del lado de sus dirigentes", empieza diciendo.
Cuando el entrevistador le pregunta algo sorprendido por qué, él afirma: "Porque ya han empezado a tener los mismos vicios que criticaban, como siempre pasa". Sin duda, para los mandamases de Podemos no hay acusación más grave que decirles que se han convertido en lo que presumían de combatir: la casta.
Pero claro que vienen cayendo en vicios, como hacerse los remolones con la parte de sus nóminas públicas que se comprometieron a donar, su apego a los cargos o la purga de los críticos. Que se lo digan a Íñigo Errejón.
La publicación pregunta directamente a Sabina por el discurso de Pablo Iglesias y si se siente identificado con él y esto contesta: "A veces sí y a veces no. Por ejemplo, ellos siguen apoyando a Maduro y a la revolución bolivariana, y yo no puedo apoyar eso, de ninguna manera. Venezuela es el país más rico de América Latina y está harapiento, no hay libertad de prensa, no hay separación de poderes… es imposible seguir defendiendo eso".
Y lanza una última reflexión: "Toda generación tiene su ilusión juvenil y su desencanto. Y yo no celebro ese desencanto, pero tampoco sé si haya que volver a creer en la utopía, después de ver el desarrollo patético que han tenido las utopías en todo sitio. Fíjate en lo que está sucediendo hoy mismo en Venezuela. O en lo que ha quedado la Cuba castrista, que fue la revolución de mi juventud. Es tremendo lo mal que envejecen las revoluciones… incluso peor que las personas".