Puigdemont reactivará el referéndum para esconder los errores del atentado
Las graves deficiencias de gestión política y policial del Gover antes y durante los atentados han tirado por los suelos la idea de una "Cataluña independiente". Toca distraer la atención.
Superada la conmoción de las primeras horas de los atentados de Barcelona y Cambrils, un término que puede definir a la perfección la gestión de la crisis terrorista es "chapuza". La lista de graves errores es enorme y se lo hemos contado puntualmente en ESdiario. Errores en la gestión política del atentado, con tremendas salidas de tono de miembros del Gover de Carles Puigdemont, que aprovecharon la dimensión mediática internacional del atentado para hacer una vergonzante propaganda independentista, y sonados errores de bulto en la gestión policial de los Mossos d' Esquadra, con unos datos que a medida que se van conociendo dejan más que en evidencia tanto al conseller de Interior catalán, Joaquim Forn, como al propio jefe del Cuerpo, Josep Lluís Trapero.
Desde que hace ahora una semana se produjeran los atentados, a diario hemos ido conociendo gravísimas negligencias que hacen incluso plantearse la hipótesis de la posibilidad de haberse podido evitar el atentado. Hasta una lista de 13 errores perfectamente contrastables se ha llegado a publicar y que, tal y como les ha contado ESdiario, provocaba la airada reacción incluso de algunos Mossos.
El último de los preocupantes datos lo conocíamos este jueves al trascender que la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Amposta, partido judicial al que pertenece Alcanar (Tarragona), apuntó en la inspección ocular tras la explosión en la casa "okupada" que las bombonas "podían estar preparadas para un atentado".
La juez Sonia Nuez Rivera se inclinó hacia la posibilidad de un atentado yihadista cuando vio que allí habían acumulado decenas de bombonas de butano, pero los agentes de los Mossos d´Esquadra presentes la desmintieron: "Señoría, no exagere", le contestaron, según cuenta ABC.
Superado por los acontecimientos, el independentista Gover de la Generalitat tiene previsto reactivar la próxima semana el llamado"procés". Una acción diseñada para dar carpetazo a la polémica sobre la pésima gestión de los atentados. Este viernes, con toda probabilidad, comparecerá en el Parlament el conseller Forn para negar la realidad y destacar que todo ha salido de manera magnífica. Autocomplacencia total para poner una cortina de humo, cero autocrítica y reactivar una idea que ya deslizaban en los medios internacionales horas después del atentado: "Cataluña ha demostrado que está preparada para gobernarse a sí misma".
Un mensaje propagandístico que no tardará en multiplicarse en los próximos días paralelamente a la acción política que tiene la siguiente hoja de ruta: la semana próxima es más que probable que se presente en el Parlament la ley de Transitoriedad. La ley que se sacarán de la chistera los secesionistas prevé establecer un "régimen jurídico excepcional" en Cataluña y dejar a esta "norma" por encima de la Constitución, que poco más o menos pasaría a ser "papel mojado". Días después, seria ya en la primera semana de septiembre, debería aprobarse la ley del Referéndum, según los planes de Oriol Junqueras y Puigdemont.