La madre de Diana Quer confirma las sospechas sobre la última llamada de su hija
Se conocía el último whatsapp que mandó la joven antes de desaparecer pero ahora ha visto la luz un nuevo contacto telefónico que ha llevado a su madre a hacer un llamamiento desesperado.
Hasta ahora se conocía el último whatsapp que Diana Quer mandó desde su móvil antes de desaparecer: "Me estoy acojonando. Un gitano me está llamando: Morena, ven aquí". Ahora se sabe que un minuto después realizó una llamada y después se le perdió la pista.
Así lo desveló en exclusiva Espejo Público y así lo ha confirmado su madre, Diana López Pinel, en declaraciones a La Razón. Un minuto después de mandar el último mensaje de Whatsapp, Diana hizo una llamada, a las 02.43 de la madrugada del 22 de agosto de 2016.
¿Con quién quería contactar la joven madrileña? No era ni la Policía, ni la Guardia Civil, ni su madre, ni su padre, ni su hermana. Era Zaira, la hija de Guti y Arancha de Benito, su mejor amiga, con quien ya había contactado esa misma noche para decirle que la echaba de menos.
López Pinel confirma esa llamada y cree que pudo contactar con ella por miedo: "Probablemente, en la tesitura en que se vio, mi hija intentó hacer una rellamada a su amiga Zaira. Sólo le dio tiempo a hacer eso. Me imagino que fue lo más rápido".
La madre de Diana señala que hay varias líneas abiertas y no cree que haya habido fallos en la investigación, "el problema es que en la zona no había cámaras..., todo ello dificulta la investigación".
En un grito desesperado, más de un año después de la desaparición de su hija, López Pinel asegura que "a los secuestradores les diría que si aún existe la posibilidad de que la tengan con vida, estaría dispuesta a hacer lo que me pidieran. Si quieren dinero, dinero; si quieren mi vida, mi vida".
La esperanza es lo último que se pierde pero "te derrumbas al no tener noticias. El día que se cumplió un año de la desaparición de mi hija se me pasó de todo por la cabeza, al igual que cada día que pasa sin que tenga noticias de ella. Pero ese día fue si cabe peor. Un año, para una madre, es mucho tiempo para no ver a un hijo".
Por eso a la Guardia Civil sólo le pide que "no abandonen el caso, que no abandonen a mi hija. Aunque sé que no lo van a hacer. Creo que la siguen buscando con el mismo ahínco que al principio".