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Iglesias tiene un plan B para la voladura controlada de Podemos en Cataluña

La realidad es terca para la dirección nacional de Podemos: ya hay dos partidos morados irreconciliables en Cataluña. Y parece claro que solamente hay sitio para uno. ¿Cuál sobrevivirá?

Pablo Iglesias ha decidido echarse en brazos de Ada Colau.

Publicado por
J.R.V

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"En Cataluña Pablo está noqueado. Es la consecuencia de haber dado bandazos continuos sobre el procés y darle todo el hilo de la cometa a un 'dinamitero' como Albano Dante Fachín". Este es el diagnóstico que un asesor parlamentario de Podemos hace sobre la agónica situación del partido morado en Cataluña, además en un momento decisivo para el futuro político de los de Iglesias. Y es que, añade este asesor en el Congreso, "o hay referéndum el 1-O, o elecciones autonómicas al día siguiente". "Y con qué candidato y con qué proyecto nos vamos a presentar...", apostilla.

El parte de guerra en la batalla entre la dirección de Podemos -Iglesias y Echenique- y su sucursal de Barcelona se resume así: ambas partes tienen un plan maestro que pasa inevitablemente por el divorcio. Dante Fachín está decidido a arrastrar a Podem a la unidad de acción de Junts Pel Sí y la CUP con un apoyo decidido al "procés". Mientras, Iglesias en minoría, busca un lugar a la sombra de la ambiciosa estrategia de Ada Colau: conquistar con los Comunes la Generalitat.

Dante Fachín prepara un golpe de Estado contra Iglesias en el próximo Consejo Ciudadano de Podem con una 'revolución' de su estrategia

En la grave crisis irrumpió este martes el ideólogo de Podemos, Juan Carlos Monedero, al rescate de Iglesias y con una enmienda a la totalidad contra la apuesta independentista de Dante Fachín. "La coherencia de Podemos con el derecho a decidir va hasta el final. Y así se hará. Pero no se pueden tomar decisiones definitivas en mitad de un vendaval. Y ni siquiera así hay hoy una mayoría independentista en Cataluña", advirtió Monedero en su blog.

Y lanzó este mensaje a la dirección de la marca catalana de Podemos. "Las inscritas y los inscritos de Podem nunca -nunca- han dado su apoyo a la independencia y, mucho menos, a la subalternidad de Podem a la lógica independentista del PdCat, ERC y las CUP".

"Medir bien los tiempos es una virtud revolucionaria. Entiendo a los que dicen que hay que forzar las movilizaciones para romper el orden político e instaurar el nuevo. Les recomendaría que volvieran a leer a Gramsci y la recomendación de hacer guerra de trincheras cuando no tiene sentido hacer guerra de movimientos. No vaya a ser que te salgan las rupturas por la culata", apostilló.

El líder de Podem, Dante Fachín, está decidido a unir a los morados a la entente PDeCAT-ERC-CUP.

Pero pese a las continuas advertencias de Madrid, Dante Fachín ha decidido consumar su rebelión interna. Y lo hará en el próximo Consejo Ciudadano de Podem. "Me entristece ver tan vivo el ánimo de dirigir Cataluña desde Madrid", ha replicado esta semana a Monedero.

La realidad es terca: ya hay dos partidos morados en Cataluña. Y parece claro que solamente hay sitio para uno.

Fachín, que proviene de los movimientos anarquistas que campan a sus anchas en Barcelona desde hace años, ya fulminó hace dos meses a su número dos por oponerse a implicar a Podemos en el referéndum del 1-O. Ahora va a proponer una hoja de ruta que pasa por tres decisiones: romper el grupo parlamentario de Cataluña Sí que es Pot, asumir una portavocía propia en el Parlament, y pasarse con armas y bagajes a la entente Junts Pel Sí-CUP. Las tropas moradas pasarían así a engrosar las filas "de la calle".

Mientras, los planes de Iglesias pasan por los Comunes. Lleva meses diseñando una estrategia nueva en la que está jugando un papel decisivo el diputado común Xavier Domenech. Y, junto a Pablo Echenique, ya no se descarta y gana peso la presencia de candidatos de Podemos en las futuras listas de los Comunes, tanto en unas posibles elecciones anticipadas como en las municipales de 2019. La realidad es terca: ya hay dos partidos morados en Cataluña. Y parece claro que solamente hay sitio para uno.

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