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La gravísima confesión de un alto cargo del PP: "Estamos en el alambre"

Cunde la preocupación y la incertidumbre en el partido del Gobierno, por más que Rajoy haya asegurado en público que por su cabeza no pasa un adelanto electoral. ¿Y si no queda otra?

Rajoy y Urkullu, ante la atenta mirada de peneuvista Urkullu.

Publicado por
Charo Zarzalejos

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El sentimiento que prevalece en el partido del Gobierno es el de preocupación e incertidumbre. Saben que tienen por delante jornadas de extrema dificultad pero en sus reflexiones internas, el PP ha dibujado ya el escenario que les espera en unas cuantas semanas. “Estamos en el alambre y con nosotros la propia legislatura”.

Así lo reconocen y afirman en la dirección de Génova, que si bien insisten en no hablar y ni siquiera insinuar un eventual adelanto electoral, esta posibilidad hoy se descarta con menos contundencia que en el pasado más reciente.

Se está a la espera de acontecimientos. La percepción que se tiene es que la declaración unilateral de independencia está perdiendo fuelle entre los propios dirigentes secesionistas, pero, al mismo tiempo, se quiere observar la capacidad de resistencia de Puigdemont ante las presiones seguras de la CUP. “Estos van a por todas sin matices”.

Sobre esta posible declaración unilateral de independencia, el PP prefiere no hacer cábalas. “Veremos declaraciones en todos los sentidos, pero aquí hay que estar a los hechos. Y los hechos son que los independentistas se han saltado la legalidad, que el Estado está actuando en legítima defensa y que el Gobierno está haciendo lo que debe hacer que no es otra cosa que evitar el referéndum. Con la legalidad restablecida, el escenario será otro bien distinto”.

“Van a querer sacar del Gobierno al PP”, se sentencia en Génova.

Hasta el momento, Gobierno y PP se muestran satisfechos por la postura de Ciudadanos y PSOE pero también saben que “con la legalidad restablecida”, los socialistas que “solo nos apoyan en las medidas que se van adoptando, pero ni un ápice más”, será cuando “el responsable de todos los males será Rajoy y pasaremos de evitar el referéndum a descabalgar al PP del poder.

Conversaciones rotas: el ministro Montoro conversa con el portavoz peneuvista Aitor Esteban.

Esa y no otra va ser la estrategia de todos y ya, aunque de manera contenida, se está atisbando que las cosas van a ir por ahí”. “Van a querer sacar del Gobierno al PP”, se sentencia en Génova. El Gobierno y el PP están dispuestos a poner en funcionamiento, de manera inmediata, la comisión solicitada por el PSOE que tendría como objetivo último una modificación constitucional que diera respuesta a los problemas territoriales de España. La apuesta socialista es el Estado Federal, que es una fórmula que, por ejemplo, el PNV nunca ha tenido encima de la mesa y que no comparte como receta para el autogobierno vasco.

Esta disposición popular, marcada más por la necesidad que por convicción, se considera “una herramienta más, absolutamente democrática aunque el acuerdo sea muy difícil. Lo que no es sostenible ni defendible es mantener contra viento y marea que el Gobierno debe dialogar con quienes quieren referéndum sí o sí”.

Pero es que además, el PP se teme que la oposición, incluido el partido de Rivera, va a retomar “con más fuerza que nunca” el tema de la corrupción que tendrá como escenario la comisión creada al efecto en el Congreso de Diputados y “ahí el objetivo no es saber lo que ha pasado, que eso ya se sabe y consta en los miles de folios que están en los juzgados. Se trata, y lo veremos, de desgastar al Gobierno y no deja de tener su riesgo estirar demasiado la cuerda”.

A día de hoy y por unos días más, Cataluña lo ocupa todo. El día 1 de Octubre “no acaba nada” y en ese ambiente, sin duda lleno de tensión y “de reproches al Gobierno”, el Ejecutivo tiene que pactar los Presupuestos para 2018. El PNV está poniendo difícil su apoyo a las cuentas públicas, hasta el punto de que la presentación de los mismos ha sufrido ya dos retrasos. Los nacionalistas vascos aseguran “no tener cuerpo” para negociar con el Ejecutivo.

Con todo, el PP quiere repetir la mayoría que tuvo para sacar adelante los PGE vigentes y

mantiene su confianza en que el pragmatismo que viene demostrando el lendakari, Íñigo Urkullu, se imponga. En su momento, el presidente del Gobierno se pondrá en contacto con el jefe del Ejecutivo vasco. En lo que no confía el PP es que los intentos de Ciudadanos de que el PSOE se abstenga para sacar adelante las cuentas públicas y así no estar pendientes de “cinco votos”,vaya a ser un llamamiento con éxito.

Si en algún aspecto el PSOE está preparado para su labor de oposición es precisamente en los asuntos sociales y salariales, íntimamente vinculados a los Presupuestos Generales. En Ferraz ni se plantean “ni por lo más remoto” apoyar los PGE para 2018. Para el PP, una eventual prórroga de los actuales Presupuestos “sería entrar en terreno pantanoso”.

El presidente del Gobierno ha suspendido su viaje a Estonia para permanecer en su despacho en las vísperas más próximas al 1-0. En esas vísperas, Rajoy mantendrá constante relación con Pedro Sánchez y Albert Rivera para afrontar de la manera más consensuada posible no sólo el 1-0, sino la respuesta a dar en función de los acontecimientos“que serán complejos de manejar”.

Ocurra lo que ocurra, en lo que sí hay coincidencia entre PP, Ciudadanos y PSOE, cada cual desde su perspectivas y con sus objetivos concretos, es que el 1-0 supone un “rotundo y claro” antes y después de la presente legislatura; que, de acuerdo con lo recogido en fuentes de máxima solvencia del PP, va a situarse “en el alambre”.