El gran fichaje de 'Cifu'
El nuevo consejero de Cultura de Cifuentes marca un camino nuevo a todo el PP de cómo entenderse con la cultura para que haya menos trincheras y se construyan nuevos puentes.
Se llama Jaime de los Santos. Es apuesto, elegante y moderno, con la planta de ese Ray Donovan de la célebre serie acostumbrado a tratar con lo más selecto de Hollywood.
Y algo de eso tiene el nuevo consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, el fichaje de Cristina Cifuentes con más carga política: es, por el mero hecho de estar ahí y ser así, un antídoto contra ese eterno reproche hacia el PP de que no entiende ni quiere a la cultura, a los artistas, al cine, a la creación en sus más variopintas expresiones, todas ellas necesarias.
Un puente
Porque De los Santos no es sólo una cara bonita, un gayfriendly capaz de vestirse como Clooney y de saberse de memoria la obra y milagros de Almodóvar.
Es un magnífico conocedor de la cultura en general y de la madrileña en particular que, además, es reconocido y respetado por ese mundo de afectos y desafectos que tradicionalmente se ha sentido herido y ha herido a la derecha española.
Licenciado en Historia del Arte, analista en televisión, dispone ya de un largo bagaje en la gestión, desde la Dirección General de Promoción Cultural hasta la Oficina de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, pasando por la Moncloa como asesor técnico durante tres años; De los Santos es un nexo entre la Puerta del Sol y la cultura para deshacer trincheras y levantar puentes.
El nuevo consejero integra al mundo cultural, a menudo instalado en una disputa entre bandos
El impacto político que va a tener este fichaje a medio plazo es incuestionable: la bandera cultural, tradicionalmente izada desde la izquierda para perfilar la viaje caricatura del "ellos y nosotros", va a carecer de bandos con este consejero que ahora es amigo personal de Cifuentes, como antes lo fue de la mujer de Rajoy, pero que siempre llegó a sus destinos por méritos propios y sin más padrinos que sus conocimientos y actitudes.
Y aunque eso le moleste a muchos, empezando tal vez por los gestores del área en el Ayuntamiento de Madrid, en el caso de que los tenga; es una estupenda noticia para la región y para la cultura. Quitarle sectarismo a lo que mejor nos define como sociedad es siempre una buena noticia, excepto para los que viven o medran exclusivamente de las malas.
El sortilegio
El consejero de Cultura, que también lo es de Deportes y Turismo, puede ser una bomba de construcción masiva en un mundo que nunca debió incluir esta materia en el arsenal de bando alguno.
La presidenta madrileña, muy hábil siempre, lo ha entendido. Calmadas las aguas en educación y sanidad, antes turbulentas, quedaba una última asignatura, tan sensible en Madrid como lo es para el PP en toda España. Y De los Santos será el sortilegio para lograrlo con nota: porque es, más que "uno de los nuestros", desde Bosé a Almodóvar, uno para todos. Un hallazgo. A danzar.