Rufián cruza la línea roja, exhibe unas esposas, y se lleva el desprecio general
La inmensa mayoría de la Cámara se harta de los "circos" del diputado de Esquerra, que abandonó el hemiciclo furioso tras la lección que le dio el ministro del Interior.
El Congreso se ha hartado de los "circos" del diputado de ERC, Gabriel Rufián. Él sigue empeñado, miércoles tras miércoles, en buscar el impacto mediático fácil con sus insultos, su lenguaje tabernario y sus provocaciones. Pero este miércoles, en su cara a cara con el ministro del Interior, en la sesión de control al Gobierno, Rufián cruzó todos los límites.
El portavoz de Esquerra exhibió en esta ocasión una esposas al preguntar a Juan Ignacio Zoido por la actuación de la Policía y la Guardia Civil en Cataluña. "Ustedes han hecho de sus cárceles nuestra pesadilla. Haremos de nuestras urnas, la suya", dijo desafiante. "Ustedes -prosiguió- nos han molido a palos, nosotros les moleremos a votos". Y después, mirando a las esposas, dijo: "Ojalá el señor Rajoy esté con unas de estas".
Pero Zoido no se amilanó y desarmó a Rufián cuando reveló que la Policía ha detenido este mismo miércoles a siete simpatizantes ultraderechistas por provocar incidentes en la Plaza de Cataluña. "Nada sale gratis. Quien le falta al respeto a las Fuerzas de Seguridad que sepan que van a tener que responder por ello", advirtió.
Y le afeó a Rufián: "Ya ha tenido ese minuto de gloria, ese por el que usted viene de vez en cuando por aquí". "Usted dijo que estaría en el Congreso sólo 18 meses", le dijo en alusión a su compromiso de abandonar la cámara baja una vez declarada la independencia de Cataluña, "a lo mejor no ha vuelto a enchufar la impresora para imprimir su renuncia al acta". "A usted no le gusta cumplir las leyes ni su palabra", concluyó Zoido.
Y el diputado de ERC abandonó el hemiciclo ante el hartazgo de la Cámara.