La anciana expulsada de un avión se delata en la tele: de inocente no tiene nada
La mujer sigue erre que erre a pesar de que muchos pasajeros de aquel vuelo de Vueling han desmontado su papel de víctima. El Gobierno balear le ha seguido el juego, así que ella encantada.
Margarita Camps Coll entrevistada en IB3.
Margarita Camps Coll, la anciana de 72 años expulsada de un avión de Vueling según ella por hablar en catalán -la azafata a la que se dirigía era asturiana-, sigue erre que erre.
A pesar de que en las últimas horas infinidad de pasajeros de aquel vuelo 3716 entre Barcelona y Menorca han desmontado su versión y contado que el comandante las echó a ella y a otra mujer que salió en su defensa por no cumplir las normas, Camps sigue alimentando su papel de víctima de la represión lingüística.
Este miércoles esta menorquina fue entrevistada en la televisión pública balear IB3 desde el salón de su casa de Ciutadella, desde donde presumió de su hazaña. Habló de "imposición" y se lamentó por la repercusión del incidente que protagonizó, aunque se la veía encantada con tanto protagonismo en los medios independentistas. "Ni lo esperaba ni lo quería porque no tengo necesidad. Soy una persona anónima". Una que tiene una tienda de ropa en Mahón.
Carles Puigdemont, el eurodiputado Ramón Tremosa y TV3 fueron los primeros en morder su anzuelo -porque les interesaba-, y a partir de ahí se ha sumado el propio Gobierno balear de la socialista Francina Armengol, haciendo el juego a los nacionalistas.
De hecho la consejera de Cultura, Participación y Deportes, Fanny Tur (de Més per Mallorca), se ha puesto en contacto con los responsables de Vueling para transmitirles la "gravedad" de los hechos.
Según Tur, las Islas Baleares son un territorio con dos lenguas oficiales que "todos los ciudadanos tienen derecho a emplear" y actuarán contra cualquiera que trate de cercenar los derechos de los baleares.
También el Consell Insular de Menorca ha puesto el grito en el cielo y ha exigido a la aerolínea que se disculpe públicamente. Además de "depurar responsabilidades". Es decir: que rueden cabezas.
Y todo por el empeño de esta mujer en no utilizar el castellano ante una azafata de Asturias (Artículo 3 de la Constitución: "El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla".