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La Policía belga arruina a Puigdemont su manifestación triunfal del 7-D

La propaganda independentista ha topado con la Policía de Bélgica, que ni es la Guardia Urbana de Barcelona ni va a ayudarles a inflar las cifras de lo que allí ocurra. Ya han avisado.

La presentación de la campaña de Junts per Catalunya.

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José Luis Concejero/ Bruselas

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Bruselas se ha convertido en el nuevo Camino de Santiago del independentismo catalán. Carles Puigdemont y cuatro de sus exconsejeros peregrinaron hasta aquí huyendo de la justicia española. Ninguno de ellos puede abandonar el país; por eso, en las últimas semanas, han peregrinado también varios representantes de la vida política catalana.

El expresidente de la Generalitat ha mantenido reuniones con la CUP, Esquerra Republicana e incluso con Artur Mas, inhabilitado políticamente pero todavía con peso en el partido. También vinieron hace unas semanas 200 alcaldes catalanes y 90 representantes de su lista electoral, todos con el único objetivo de dar calor a un líder que ha perdido toda la fuerza con la que llegó el pasado 30 de octubre.

Puigdemont no tiene de su parte ni a las instituciones europeas ni a la prensa internacional

Puigdemont afronta la crucial cita electoral del 21 de diciembre en horas bajas. Todas las instituciones europeas le han cerrado la puerta y sus máximos responsables mantienen un cordón sanitario para evitar cualquier tipo de contacto con el expresidente de la Generalitat de Cataluña. También a estas alturas la prensa internacional reconoce que Puigdemont se ha desacreditado así mismo, su proyección se disuelve con el paso de los días.

Todavía tiene una última oportunidad para sacar músculo. El próximo 7 de diciembre desembarcará en Bruselas una flota de independentistas catalanes para dar un baño de masas a su president: Europe: Wake up! Let's stand up fordemocracy (Europa despierta, defendamos la democracia).

Esta nueva cita va camino de ser otro baño de realidad para Puigdemont y el independentismo catalán en Bélgica. Hace unos días los organizadores garantizaron que llegarían a Bruselas cerca de 100.000 personas, luego bajaron la cifra a 50.000 y ahora, a una semana del acto, la Policía de Bruselas asegura que no esperan más de 20.000 manifestantes. Según las últimas informaciones esta cifra no es definitiva, por lo que es muy probable que el número vuelva a caer en las próximas horas.

De los 100.000 manifestantes inicialmente previstos ahora van por 20.000... y bajando

Unas 4.000 personas llegarán a Bruselas en autobús y otras 2.500 en varios vuelos chárter fletados desde Cataluña. A través de las redes sociales se están ofreciendo pequeños paquetes para que los simpatizantes puedan acudir a la manifestación. Por ejemplo hay ofertas de 450 euros para ir y volver en el día; otras sin embargo, alcanzan los 640 euros para aquellos un poco más sofisticados que quieren hacer noche en la capital europea.

En unos días se verán de nuevo las banderas independentistas por las calles de Bruselas. Nada nuevo bajo el sol. Fuentes comunitarias recuerdan que el efecto Puigdemont se ha diluido. El expresidente se resiste a perder su rol protagonista y abanderará una manifestación en la que exige a Europa que tome partido, y lo hace tan solo tres días después de acusar a la Unión Europea de ser un club de países decadentes, obsolescentes y muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles.