Descubren entre los papeles de Romeva los gastos millonarios de sus "embajadas"
El secretario de Estado de Administraciones Territoriales, que gestiona la Generalitat tras el 155, revela el dispendio que Diplocat ha supuesto a las arcas públicas. Esta es la radiografía.
Poco a poco y un mes después de la aplicación del artículo 155, el rastreo que el Gobierno está realizando de las facturas encontradas en los cajones de los distintos departamentos de la Generalitat está ratificando las sospechas: el expolio generalizado y multimillonario de dinero público enterrado en el procés.
Y justo el mismo día en que seis de los exconsellers de Puigdemont han quedado en libertad bajo fianza, se ha dado a conocer la factura detallada y exacta de la gestión de uno de los pilares del Govern cesado, el exresponsable de Asuntos Exteriores, Raúl Romeva, sobre el que sigue pesando -como al resto- las acusaciones de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos.
Cabe recordar que Romeva se vuelve a presentar a las elecciones como número tres de la lista de Esquerra.
Pues bien, mientras el juez Pablo Llarena decretaba en el Tribunal Supremo la excarcelación de Romeva, en el Senado comparecía el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, el presidente de facto de Cataluña en el último mes.
Y el número dos de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ofrecido unas cifras que sitúan al exconseller de Exteriores con un más que negro horizonte procesal. Todo a juzgar por las partidas millonarias que han salido de la caja de su departamento en los últimos dos años.
Bérmudez de Castro, que ha comparecido este lunes por primera vez en la comisión del Senado que estudia la aplicación del 155 en Cataluña, ha detallado el coste de las llamadas embajadas de la Generalitat en proceso de cierre o ya clausuradas, como la de Estados Unidos, con 1,1 millones de euros, o la de Ginebra, 760.000.
Bermúdez de Castro ha ofrecido estas cifras durante su comparecencia en la comisión y para rebatir el argumento del independentismo de que estas delegaciones tenían un bajo coste.
Así, a esas dos cifras ha añadido el coste de la de Portugal (450.000 euros), Francia (895.000 euro), Alemania (500.000 euros), Italia (738.000), Austria (700.000), Dinamarca (520.000 euros) y Polonia (500.000 euros). El coste de estas nueve embajadas suma en total 6.163.000 euros.
Eso sí, el secretario de Estado ha asegurado que en aplicación del artículo 155 de la Constitución no se ha cerrado ninguna delegación turística, comercial o cultural de Cataluña, sino las cuatro circunscritas a la actividad política. Las primeras que fueron clausuradas por el Gobierno fueron las de Viena, Ginebra, Roma y Lisboa.
Francesca Guardiola, junto a Romeva y Puigdemont en la inauguración de la "embajada" catalana en Dinamarca.
"Se circunscribían al ámbito diplomático, a hablar mal de España", ha desvelado Bermúdez de Castro, que ha insistido en que el Gobierno respeta el trabajo cultural o comercial que realizan las comunidades autónomas.
También ha explicado que se ha intentado que la Generalitat recoloque a 34 trabajadores de estas delegaciones despedidos y que así se le ha reclamado al número dos de la Consejería de Relaciones Exteriores de la Generalitat, Aleix Villatoro, al frente del departamento tras la destitución de Romeva.
Según Bermúdez de Castro, "era un drama echarlos en Navidades" y de ahí la reclamación a Villatoro de que encontrara otro destino para estas personas. Pero según el secretario de Estado, este responsable no ha hecho nada, "no ha buscado nada" porque es algo "que no hacía ruido". "Esto hay que decirlo", ha subrayado.
Subvenciones a medios de comunicación
También ha explicado el número dos de la Vicepresidencia que el Gobierno trabaja por agilizar las subvenciones que concede la Generalitat, algunas de las cuales ha dicho que llevaban meses de retraso.
Ha señalado que se respeta la lista de entidades con la que trabajaba la administración catalana, pero que en el caso de los medios de comunicación sí se ha hecho una excepción, las subvenciones concedidas a páginas web.
Bermúdez de Castro ha asegurado que no se trata de los periódicos escritos, ni de las radios o televisiones sino de nuevas webs. "Lo estamos revisando. No había mejor negocio en Cataluña que montar una web, apoyar el procés y llevarte una subvención", ha dicho. Ha asegurado que no se van a suprimir estas ayudas y que se repartirá el dinero, pero de forma "objetiva".